Sánchez y el fuego amigo

 

Pedro Sánchez se reunió la semana pasada con Salvador Illa. La investidura también depende del PSC y del PSOE.

La lupa está colocada en lo que pueda decidir Carles Puigdemont desde Waterloo o en las decisiones con mando a distancia de Oriol Junqueras. Incluso también en los escaños de Podemos incrustados dentro de la formación Sumar de Yolanda Díaz.

La aritmética electoral ha hecho que Pedro Sánchez tenga que rastrear en todos los rincones del Congreso para que no se le escape ninguno de los escaños necesarios para ser investido. Todos los posibles socios de investidura están más interesados en renovarle el mandato que en unas elecciones cuyos resultados podrían ser adversos para muchos de ellos. Las fotos fijas no existen en política.

El foco para que Sánchez pueda desplegar sus artes seductoras y maquiavélicas está en Carles Puigdemont, que tiene la llave de la investidura. También está en manos de ­Podemos aunque por razones diferentes. El expresidente fugado e instalado en Waterloo, eurodiputado por Junts con un millón de votos hace cuatro años, pide la amnistía y un referéndum mientras que Podemos se contentaría con un par de minis­terios.

Pedro Sánchez puede sortear ­todos los obstáculos y también prometer la amnistía. Hay argumentos jurídicos a favor y en contra de esta medida que los independentistas catalanes dan por hecha pero que políticamente tiene enormes dificultades. No tanto para los posibles beneficiarios de la medida, sino por las resistencias dentro del PSOE y en ámbitos de peso en el PSC que están dispuestos a pactar con Puigdemont pero no a cualquier precio.

No hay que olvidar que sin los 19 escaños que obtuvo el partido de Salvador Illa el 23-J, Pedro Sánchez no estaría ni siquiera en condiciones de ser candidato a la investidura. El PSC obtuvo doscientos mil votos más que Junts, ERC y la CUP. Que se sepa, Illa no se ha pronunciado todavía a favor de la amnistía. Sabe lo que está en juego si la operación es fallida.

De lo que ocurra en las próximas semanas no dependerá solo el futuro de Sánchez, que es persona capaz, resiliente y con suerte. Pero cuidado con el fuego amigo, el de los suyos, que por lo bajines van diciendo que la amnistía sin un compromiso formal de no repetir el procés acabaría haciendo daño al PSOE y al PSC de Illa, que ha salvado los muebles a Sánchez en momentos muy delicados.

Publicado en La Vanguardia el 13 de octubre de 2023

  7 comentarios por “Sánchez y el fuego amigo

  1. Els hi recomano el article «El polvori enverinat de Gaza» de LLuis Foix a Catalunya Cristiana.

  2. En LV de hoy Donat Putx escribe un excelente articulo sobre Remei Margarit que fallecio hace unas fechas.
    En el escrito hay unas reflexiones del Sr. Foix al respecto de la frivolidad que nos envuelve, del esfuerzo de una minoria para meternos en dos bandos…
    Llegado este punto hay que decir que es sobrecogedor observar a que punto hemos llegado cuando efectivamente por aqui se esta a la contra de llamar fugado a un señor que se fugo.
    El rentat de cervell es aclaparador.
    Bon cap de setmana.

  3. Me extraña que use el termino «fugado» para describir a Puigdemont. Creo que hay palabras mas adecuadas. Menos mal que no lo complementa con lo «de la justicia española» y no se por què. ¿Por que tiene mucho de la segundo y poco de lo primero? Un europeo que se ja presentado a todas los requerimientos judiciales que le han requerido legalment en los países de la UE no es ni puede llamársele «fugado», suena a insulto, cosa habitual en este país, pero no en Usted.

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