Joe Biden, en su sorprendente y fugaz visita de un día a Israel, se refirió a una conversación con la primera ministra Golda Meir, en la que el entonces senador demócrata le mostraba su preocupación por la situación a la que se enfrentaba Israel. Senador, le dijo Golda Meir, “nosotros los israelíes no estamos preocupados porque tenemos un arma secreta que consiste en que no tenemos ningún lugar para ir”.
Los judíos no han encontrado una tierra tranquila para vivir desde la diáspora del siglo primero. Perseguidos, discriminados, expulsados y eliminados han vagado por el mundo manteniendo su identidad. Ben Gurion decía que “desde la conquista de Canaán por Josué hace unos tres mil años, no hemos conocido un acontecimiento tan dramático como la creación del Estado de Israel”.
Fueron las barbaridades del Holocausto, ideado y perpetrado por el nazismo, las que aceleraron e hicieron inevitable la creación de un Estado que se proclamó en 1948. El Museo del Holocausto en Jerusalén da una cierta idea de aquella tragedia.
Los judíos que empezaron a llegar a Palestina buscaban una tierra huyendo de los pogromos de Rusia y de Europa central. El problema es que en aquella Palestina habitaban desde hacía siglos agricultores y ganaderos árabes.
Los fundadores del Estado se proponían crear una sociedad nueva e igualitaria, abierta a todos, también a la población árabe, teniendo su máxima expresión en los kibutz, donde los colonos judíos, metralleta al hombro, trabajaban la tierra junto a los latifundistas y jornaleros árabes.
La convivencia se deterioró por el dominio de la tierra hasta llegar a la guerra de los Seis Días de 1967, que desvaneció el idilio forzado entre los dos pueblos. Aquella idea de los sionistas socialdemócratas saltó por los aires. Los judíos ocuparon territorios con sus habitantes dentro sin otorgarles los derechos mínimos para vivir dignamente. Una democracia no puede sobrevivir con casi la mitad de los ciudadanos cercados en territorios controlados militarmente. Shlomo Ben Ami lo expresa crudamente al decir que “el Holocausto no nos concede autoridad e inmunidad moral para derribar todas las barreras éticas en nuestra lucha por la consolidación del Estado judío”. Israel necesita mantener la memoria en vez de convertirse en su rehén.
Publicado en La Vanguardia el 20 de octubre de 2023
Una sana curiosidad por conocer y entender al otro desde una actitud positiva y empatica es lo que brilla por su ausencia en este maldito conflicto en donde heridas sin curar se acumulan y se superponen y nunca curan extendiendo una gangrena fatal.
«La banda nos visita» es una pelicula que les recomiendo y que nos da un hilo de esperanza de fraternidad como la que nos da la fotografia de los fos muchachos de la foto que encabeza este articulo del Sr. Foix.
Buen fin de semana
El Olocausto Aleman Judio Israeli i el Olocausto Palestino Israeli Hamas. año 2023 actual.
El Olocausto contra los Judios y los Arabes Musulmanes efectuado cuando los Reyes Catolicos por España y Europa.
El Olocausto contra los esclavos negros de Europa y Norteamerica, America y Europa.
«Aquella idea de los sionistas socialdemócratas saltó por los aires». Podemos preguntarnos por què.
A ello me inclina mi antigua profesión de profesor de historia.Pero lo relevante es si puede recuperarse. Naciones Unidas dijo que sí y no lo ha desmentido. Oslo también. Hamas y Netanyahu tampoco. Ni Hezbolà, ni Iran, ni el islamismo tradicional, ni la izquierda nostálgica del sovietismo tampoco, etc. Ni tan si quiera los millones de euros que da la UE tienen una idea clara.
Me gusta escuchar a Daniel Barenboim y su orquesta palestino-israelí es mi adhesión al movimiento de entendimiento