El talento de los jóvenes no se improvisa. Xavi Hernández habla de la quinta de 2005, 2006 y 2007 que ahora está explosionando en momentos en los que los titulares indiscutibles están lesionados. La imagen de De Jong y Lewandowski aplaudiendo desde la grada el gol providencial de Marc Guiu, un chaval de 17 años, es todo un homenaje al gran semillero de La Masia que desde los tiempos de Núñez hasta Laporta pasando por Rosell y Bartomeu han nutrido al Barça, a la selección nacional y a muchos equipos españoles y europeos de jugadores de gran lustre.
Messi es la pieza más acabada, más icónica, de la factoría humana de jugadores modernos. El sabio y humilde Pep Guardiola se formó en la cantera. Iniesta, Piqué, Busquets, el mismo Xavi, fueron el motor de los tres títulos de la selección española – un Mundial y dos Eurocopas- que se ganaron en este siglo de la mano de Luis Aragonés y Vicente del Bosque.
El Barça se ha hecho grande por fichajes estelares que van desde Kubala a Cruyff, Maradona, Romario, Ronaldinho y muchos más. Pero es la escuela propia la que ha creado un estilo de juego y una marca inigualables. Balde, Pedri, Gavi, Lamine Yamal, Fermín y Guiu, todos con menos de 20 años, son un complemento de juventud y de lujo para encarar una temporada de vacas flacas presupuestarias.
Pienso que este activo aparentemente intangible es el instrumento más potente para combatir al “madridismo sociológico” que Jan Laporta ponía en circulación sin complejos, quizás para borrar la praxis de una Asamblea General Ordinaria de socios que han dejado de tener protagonismo.
Publicado en Mundo Deportivo el 24 de octubre de 2023