El Madrid se llevó tres puntos con escándalo ante el Almería; el Barça recuperó la calidad con un gran encuentro goleando al Betis y el Girona pasó por encima del Sevilla y no renuncia a ganar la Liga. Una tarde trepidante de domingo. Pero lo que quedará de la primera jornada de la segunda vuelta es la actuación del VAR favoreciendo sin complejos al Madrid de Ancelotti. Un ruego a los responsables de DAZN: por favor, seleccionen con más imparcialidad a los comentaristas con entusiasmos blancos, blanquísimos, innecesarios. El Madrid no es la selección nacional ni acreedor del beneficio de la duda de forma habitual.
Las conversaciones entre el árbitro del VAR, Alejandro Hernández Hernández, y el del de campo, Francisco José Hernández Maeso, son una muestra de falta de rigor. El lenguaje es ininteligible, parece morse, y lleno de complicidades que confluyen en beneficiar al Madrid. Los árbitros aciertan y se equivocan. Son criticables, como cualquier actor del fútbol. Lo que no es aceptable es el lamento del entrenador del Almería, Gaizka Garitano, cuando dijo que “si digo mi opinión, luego me sancionan”. Xavi se parapetó en las palabras de su colega y esgrimió algo tan elemental como que “lo ha visto todo el mundo”. Efectivamente, vimos cómo se perjudicó descaradamente al colista a instancias del VAR.
La pregunta pertinente es ¿quién controla al VAR? El hecho cierto es que el Barça de Xavi salió del bache emocional y táctico en el Benito Villamarín con estrellas tan jóvenes como geniales. Hemos descubierto a los adolescentes Cubarsí, Fermín y Lamine, una apuesta de juventud canterana que decide encuentros comprometidos. Y el Girona es líder con un fútbol competitivo y brillante para lucirlo en Europa.
Publicado en Mundo Deportivo el 23 de enero de 2024
El titular de hoy es de la vertiente hooligan de nuestro anfitrion. Tiene su punto y es un desfogue razonable. Siempre dentro de un orden.
Aquest any son de la llarga.
I el Girona mes!
De verdad, por favor, ¿adultos y gente cultivada tomándose en «serio» el circo del fútbol? ¿Acaso la «pasión» por el fútbol no es más que un vulgar constructo culturo-mercantil que nos imbuyen desde pequeños para ser consumidores acríticos de unos colores mientras los cuatro de siempre se hacen de oro? ¿Realmente hay personas adultas que se creen esta farsa de unos y otros?
Madrid (Espanya) ens roba. També en futbol.
Les aprofites totes Oriol!