La temporada no la van a salvar los títulos ni los fichajes estelares. Ni tampoco el sorprendente viraje del equipo desde que Xavi Hernández anunció que se iba en junio y empezó a ganar y a convencer. Incluso a golear. Si vienen triunfos, bienvenidos sean, pero lo espectacularmente nuevo de este Barça en construcción es el plantel de jóvenes, adolescentes muchos de ellos, que se han ganado la titularidad del primer equipo.
No son individualidades sino una generación de juveniles nacidos en este siglo que se han formado en La Masia y que han cambiado la fisonomía de un club que atraviesa el peor momento de solvencia económica que se recuerda. De la necesidad, virtud. Lo propio del Barça era salir al mercado y fichar lo mejor que existía en España, en Europa y en América. El recordado amigo Enric Bañeres sostenía que los grandes momentos del Barça se forjaron con la llegada de los genios de cada época. Kubala, Luis Suárez, Cruyff, Maradona, Romario, Ronaldinho, Messi …
Tenía razón. Pero por ahora no es posible competir económicamente en los mercados. El club tiene mucha más deuda hoy que cuando Laporta asumió la actual presidencia. Y la sorpresa es que, de momento, La Masia que puso en marcha Núñez y continuada por todos los presidentes hasta hoy es el semillero de perlas finas que está supliendo el fichaje de figuras internacionalmente reconocidas.
Lamine Yamal, Cubarsí, Fermín, Pedri, Guiu, Gavi (lesionado) y Balde han jugado de titulares. Otros están en equipos de la Liga y en reconocidos conjuntos europeos. La cantera ha sido un éxito desde hace muchos años. Los jóvenes adiestrados en Sant Joan Despí han salvado una temporada que parecía torcida. Sería una paradoja que Xavi consiguiera un título cuando ya está de salida.
Publicado en Mundo Deportivo el 27 de febrero de 2025