La globalización permite y fomenta el trasvase en todas direcciones de bienes y capitales. Pero no ha levantado las fronteras para que las personas puedan circular y establecerse libremente. Es bien reciente el caso de un crucero retenido en Barcelona porque 69 pasajeros bolivianos no disponían de visados válidos y obligaron a los 1.500 cruceristas a pasar dos días en el barco anclado en el puerto y los bolivianos han sido deportados en avión.
Qué sensación liberadora experimenté, al aplicarse el tratado de Schengen en 1986, al trasladarme a Munich sin que nadie me pidiera documentación alguna hasta que llegué al hotel bávaro en el que me hospedé. La libre circulación de ciudadanos por el llamado territorio Schengen y la instauración del euro han sido dos de los principales elementos de cohesión europea. También las becas Erasmus, que han derribado tantos prejuicios culturales y nacionales.
Unos 200 millones de humanos, el 2,4% de la población mundial, viven fuera de su país natal. No son un problema sino que aportan muchas soluciones. La explotación del miedo al extranjero provoca discursos de odio y xenofobia. El Europarlamento ha aprobado un pacto migratorio en vísperas de las elecciones de junio en el que se endurecen las condiciones para los migrantes que entran en territorio de la Unión.
Es un pacto del miedo al crecimiento de los partidos de extrema derecha, que han hecho del migrante una de las principales bazas electorales. Gestionar la migración no es fácil, pero fomentar la hostilidad hacia los sobrevenidos me parece colectivamente suicida. El antídoto es más recursos para la integración y menos discursos cargados de prejuicios supremacistas y de desprecio al otro.
Publicado en La Vanguardia el 12 de abril de 2024
Bien la llegada y acogida de los inmigrantes, pero me gustaria que nos plantearnos ciudadanos y gobiernos cambiar las intrínsecas condiciones sociales que impiden a nuestras mujeres tener los hijos que les gustaria tener.
Es sospechoso que sean nuestros empresarios los mas favorables a la inmigración extracomunitaria.