En una semana se sabrá el balance de la temporada. Semana incierta, trágica o victoriosa. Para el Barça, el Madrid y el Atlético. Hacer predicciones sobre el futuro es un riesgo innecesario. La noche del miércoles se sabrá quién queda vivo en la Champions para disputar las semifinales. El Barça de Xavi es un aparente caballo perdedor ante el PSG de Luis Enrique a pesar de la victoria (2-3) en el Parque de los Príncipes.
Pero esta noche en el Olímpic Lluís Companys de Montjuïc hay confianza en repetir la eliminatoria inesperada del PSG en la gran remontada de 2017. No estaba Mbappé ni Dembélé que aquel año acabaría fichando por el Barça por 145 millones de euros. Exageraciones inexplicables del sobredimensionado mercadeo de jugadores.
Si hoy se deja fuera de combate al PSG, el Barça habría llegado esta temporada a cotas inesperadas después de que Xavi anunciara en la noche del 27 de enero que abandonaba el club el 30 de junio. Había perdido en casa contra el Villarreal (3-5). Aquella situación de fijo discontinuo fue un bálsamo para el propio técnico, para el equipo y para la institución que vuelve a estar en la elite europea.
Todo dependerá de si la alquimia del talento entre veteranos y principiantes, entre Lamine Yamal y Cubarsí complementando a Lewandowski y Gündogan, por poner un ejemplo, supera a la potencia multimillonaria de Luis Enrique. La semana va a terminar con el Clásico en el Bernabéu que tiene la carga épica y dramática de toda la vida. En definitiva, la Champions es posible y el título de Liga improbable. Si la victoria sonríe al Barça esta noche y reduce distancias con Ancelotti el domingo, la continuidad de Xavi como entrenador será un clamor inevitable.
Publicado en Mundo Deportivo el 16 de abril de 2024