Dos guerras en curso sacuden Europa en plena campaña electoral para elegir el Parlamento de la Unión. Las muertes en Ucrania y en Gaza se producen como un cuentagotas macabro que podemos vivir en directo. La seguridad y el rearme son los temas de fondo. El presidente Zelenski fue recibido con honores de jefe de Estado y alcanzó un acuerdo con Pedro Sánchez para entregar armamento a Ucrania por valor de más de mil millones de euros.
Estamos en guerra contra Putin con mensajes categóricos como los del presidente Macron, que afirma que Europa puede morir y verse envuelta en una corriente de fascinación por el autoritarismo. Rusia no puede perder la guerra, dicen los kremlinólogos improvisados, pero Europa no puede permitirse la derrota de Ucrania, que afectaría a la seguridad en las fronteras de los países vecinos de Rusia, como Polonia y los tres estados bálticos.
No se está apostando prioritariamente por la Europa social, sino por la Europa que se arma para defender sus libertades y su estilo de vida. Es una guerra de Putin contra Europa que se libra por ahora en tierras ucranianas.
La guerra de Netanyahu contra Hamas en Gaza es también un conflicto europeo. Las matanzas de israelíes del 7 de octubre han provocado una reacción desproporcionada del ejército hebreo, que no ha respetado siquiera la ley del talión.
La muerte de una cuarentena de palestinos en un campamento de desplazados en las afueras de Rafah ha removido la conciencia de las democracias europeas, siempre respetuosas con el pueblo judío, pero no necesariamente a favor del Estado de Israel.
En pocos días los dos tribunales de mayor rango internacional han adoptado medidas en contra de Israel. La Corte Penal Internacional dictó órdenes de arresto contra Netanyahu y su ministro de Defensa. Y la Corte Internacional de Justicia ha ordenado a Israel que detenga su ofensiva contra Rafah.
Las leyes internacionales no rigen para un país que con el apoyo militar y político de Washington puede bombardear Gaza para capturar a los terroristas de Hamas y liberar a los rehenes judíos que están en sus manos. Demasiada historia y tan poca geografía en aquellas tierras, que son el epicentro de las tres religiones monoteístas.
No se puede arrojar de sus tierras a los palestinos sin ofrecerles una salida. La fulgurante victoria de la guerra de los Seis Días de junio de 1967 se ha convertido en una pesadilla que todavía perdura. El factor demográfico desempeña un papel decisivo hasta el punto de que está cerca el día en que haya más palestinos y árabes que judíos en los territorios controlados por Israel.
Sostengo que no estamos ante un genocidio como el de Armenia en 1915 o el Holocausto de Hitler, que pretendía eliminar a toda la raza judía causando la muerte a más de seis millones de hebreos. Los tribunales hablan de crímenes de guerra y la realidad nos muestra una población de dos millones de palestinos bombardeados y expulsados de su tierra sin tener una patria adonde ir.
El crítico George Steiner decía que no se puede dimitir de ser judío, pero escribió que “este Estado de Israel va a torturar a otros seres humanos… No digo que no se trate de una necesidad y de una supervivencia militar y política, pero durante dos mil años, en nuestra condición de víctimas, tuvimos la actitud supremamente aristocrática de no torturar a los demás. Para mí es lo más grande de nuestro patrimonio”.
Publicado en La Vanguardia el 29 de mayo de 2024
No notan Vds. una Catalunya mas pacificada?
Ara si que anirem be!
Y la OTAN instalando maquinas de guerra encarando a Rusia.
españa reconociendo al estado(?) palestino.
Retirando embajadores porque le tocan (con perdon) a la señora a pedro el guaperas.
Recibiendo al Sazatornil ucraniano para darle para petardos, sin encomendarse ni alcongreso ni res de res (doctrina Sahara a loss marroquies).
Aixo Sr. Foix no va ni amb rodes por mucho Steiner que le ponga.
Veremos lo que nos trae el segundo vaciado, via Pegasus, de los moviles del matrimonio Sanchez-Gomez.
El traball brut l’estan fen Rusia e Israel,mentres els rics països àrabs i Europa están veien les massacres només a vista d’ocell sensa aporta una solució política i amb moltes paraules buides i sensa bona resolució per una PAU TAN desitjada.
La ayuda con cuentagotas de los países occidentales a Ucrania me parece un error monumental, porque las armas que se le están suministrando no hacen más que alargar su agonía y debilitar las defensas de los países europeos, pero no frenan el avance ruso.
En cuanto a la actuación de Israel en Gaza me parece totalmente inadmisible, pero no veo que los países árabes estén especialmente preocupados: más bien parece que dejen que Israel haga el trabajo sucio de eliminar a los palestinos. Si no, no me explico que la demanda ante el Tribunal Internacional de Justicia la haya interpuesto Sudáfrica y no la Liga Árabe, por ejemplo.