Luis de la Fuente se equivocó al justificar la dureza premeditada que sufrió Lamine Yamal en el encuentro contra Dinamarca. El seleccionador nacional no dedicó ni una palabra compasiva hacia un adolescente que está siendo cazado en muchos campos frenando brutalmente el talento del muchacho. “Qué queréis que os den besos, esto es futbol”, dijo con frialdad el míster de la selección. Pues, no, esto no es fútbol y es una pena que quien acaba de conseguir el título de campeón de Europa, no repruebe las patadas y el juego duro contra un chaval que salió cojeando de la concentración.
Son palabras que estimulan la violencia e invitan a imitar al danés Victor Kristiansen que declaró que los golpes físicos a Lamine fueron “a propósito”. Luis de la Fuente no es dueño y señor de los jugadores que convoca. El Barça haría bien en pararle los pies al seleccionador nacional que exprime a Lamine que sigue sin entrar en rotaciones y sin darle ni un minuto de descanso.
No, el buen fútbol es otra cosa. Es talento y dedicación. Messi se ha convertido en el mejor jugador de todos los tiempos superando los golpes recibidos desde su infancia. Lamine no puede ver truncada su ya brillante trayectoria con una carrera en progreso.
El aviso es válido para De la Fuente y también para Hansi Flick. No se pueden tolerar los golpes fortuitos a los jarrones chinos. Ni aumentar la nómina de bajas que, en el Barça, son demasiadas: Ter Stegen, Dani Olmo, Fermín López, Marc Bernal, Ronald Araujo… Hacer de la dureza una virtud me parece una irresponsabilidad
Totalment de acuerdo.
Prou de llenya!
Y al de la Fuente, tarjeta amarilla. Ni flick ni flock.
Ya hubo otro infausto jugador-seleccinador-leñador sin clemencia
y sin decencia.
De maltratado a matratador es un paso frecuente,
como de clemente a de la fuente