
El árbitro Munuera Montero fue duramente criticado después de expulsar a Bellingham, jugador del Real Madrid, en el encuentro contra Osasuna
Empieza la decisiva batalla por los títulos. El Barça, el Madrid y el Atlético pueden cantar aquello de “Copa, Liga y Champions”. Vista la exhibición del Athletic de Valverde contra un desahuciado Valladolid, no hay que descartar que los bilbaínos opten a la Liga. Los cuatro que encabezan la tabla ganaron con lo que los problemas arbitrales pasaron a un segundo término porque la propaganda madridista no agitó el fantasma de los colegiales como enemigos del equipo de Florentino.
Pero el gesto de desplegar una pancarta antes de empezar el encuentro contra el Girona pidiendo respeto a los árbitros fue saludada con la respuesta coral de “corrupción en la Federación” que resonó en un Bernabéu crispado.
Las consignas de la televisión del Madrid penetran en forma de NO-DO en la hinchada blanca. ¿Por qué el Barça de Laporta eliminó Barça TV? “Fue peor que un crimen, fue un error”, que diría el revolucionario Fouché. El terror se ha apoderado sutilmente del estamento arbitral si algún colegiado se atreve a castigar con una roja directa a un hombre de Ancelotti, que, por cierto, ha perdido el aplomo y la finura en la banda cuando considera que alguno de los suyos ha sido penalizado en exceso.
No hay manos inocentes en el fútbol, ya se sabe. Pero el Barça ha recuperado el buen juego y el liderazgo pensando más en ganar que en enfrentarse a los árbitros. Hoy Flick abre la tanda de tres encuentros contra el Atlético de Madrid de Simeone. Dos de Copa y un tercero de Liga. Luego vendrán los octavos de Champions contra el Benfica. Y la sombra del Madrid siempre está presente, esta vez con los agravios arbitrales ya habituales – VAR incluido- si los resultados son adversos.
Publicado en Mundo Deportivo el 25 de febrero de 2025