Los imperios no perduran en el tiempo aunque su auge y caída son procesos lentos, eufóricos en su ascenso y de una tranquilidad creativa y autosatisfactoria en su declive. Si los criterios de evaluación de los imperios son acertados, el periodo habitual de florecimiento suele ser de dos siglos.
Persia, Roma, España, Gran Bretaña, Austrohungría y el imperio otomano así lo confirman. La tesis más constante es que los imperios empiezan a deslizarse por el precipicio cuando emprenden aventuras militares en el exterior sin capacidad ni recursos para alcanzar la victoria o la estabilidad en sus posesiones en el exterior.
Empiezan a publicarse estudios sobre el principio del declive norteamericano, algunos procedentes de instituciones muy respetadas en Estados Unidos. Habría que ponerse de acuerdo si estamos ante un imperio clásico o ante una potencia hegemónica que despliega sus flotas por todos los mares y océanos para defender su idea del mundo y, naturalmente, sus intereses.
Más bien estaríamos en el segundo supuesto aunque Estados Unidos ya no tiene capacidad suficiente para controlar militarmente el planeta. No dispone de los recursos imprescindibles.En todo caso, el declive será largo y, como en todos los precedentes, tendrá el esplendor que suelen tener las personas y las naciones en su lúcida madurez.
Mao Zedong dijo en plena guerra interna en China que los imperialistas americanos eran unos tigres de papel. Veinte años después Kruschev pronunció en una de sus grotescas intervenciones en las Naciones Unidfas que «os enterraremos». Kruschev daba golpes en la mesa, gritaba y se llegó a sacar el zapato para golpearlo sobre el pupitre del foro internacional de Nueva York. En uno de esos estudiados berrinches tenía la palabra el flemático primer ministro británico Mcmillan y pidió al presidente de la asamblea que si seguía así el líder soviético, solicitaba un traductor.
No sé si ha empezado o no el declive. Lo que si es claro es que Estados Unidos han dejado de ser la potencia imprescindible, ya no tienen imponer sus criterios en un mundo en el que han aparecido otras potencias que también tienen sus intereses y sus políticas. Pero la capacidad de autocorrección del sistema americano es muy constante gracias a la dinámica interna propiciada por un nivel de libertad, superior al de todos los competidores. Declive seguramente, pero sin prisas.
En el libro- The Credit Crunch-Graham Turner, nos indica los problemas de la globalización, explica la conexión entre la globalización de la producción, las burbujas inmobiliarias, el crecimiento desmesurado de las deudas, el apalancamiento financiero necesario para seguir creciendo y pode rpermancecer en el mercado, es la causa raiz la crisis actual., esta globalización desbocada, desregulada de estas dos ultimas decadas,
y no tanto por la crisis subprime o financiera, que nos quieren vender, si solo fuese financiera en 6 meses se solucionaría, Los bancos privados, las corporaciones financieras, seguros, los bancos estatales, las politicas economicas del estado, las variaciones de inyeccion de liquidez de la FED, esta mecanica de crear dinero ha existo siempre…. Mas deuda y mas deuda, intervenciones…no es la solucion es solo un balon de oxigeno…no se solucionan las causas raiz.
Que ha cambiado el entorno ?.. cual es la causa real….es una globalizacion de tal magnitud que maginifica los beneficios pero tambien los problemas, es por la liberalización total de los flujos de capital y del comercio internacional, con la deslocalizacion, es el origen de la gran crisis actual.
Se puede pasar a la depresion, si no se puede hacer como en el New Deal subir los salarios…pero hace un tiempo que quienes marcan los salarios estan en Asia.
El problema es de competitividad, de productividad, hasta que no tengamos un nuevo models con nuevos sectores que pueden pagar buenos salarios…….
Creo que el declive es temporal, y es debido a su deriva hacia un motor financiero mundial y las empresas de armamento, no dedicarse mas a fondo a aumentar su productividad y competitividad, teniendo que comprar a fuera los productos mas baratos, si lo indica su deficit comercial, el otro mecanismo trasladar via dolar sus problemas economicos y de inlfacion a los otros paises.
///ENRIC///
La guerra de Iraq era necesaria para mantener el respeto de los Estados Unidos, de no haberse producido el declive americano habría sido inmediato, los Estados unidos no podían permitir un acto de terrorismo en su suelo sin castigo, algo que nuestro país ha permitido tras el 11-M.
Lluís, si los Estados Unidos están mal, del resto de los países mejor no hablar.
Brian, mi comentario anterior no era sobre Arthur Neville Chamberlain, era sobre su padre Joseph, una persona que, por razón de su cargo, supo ver antes que todos sus coetáneos el declive del imperio británico. Es posible que yo tampoco le comprase una predicción al hijo, aunque el cáncer que le afectó en sus últimos años le mermó considerablemente su capacidad en alguna de sus decisiones políticas como primer ministro.
Hay que recordar una vez más que predecir es difícil, sobre todo el futuro.
Yo creo que la casuística de los imperios, a lo largo de toda la historia, es escasa para hacer una extrapolación. Menciona usted seis precedentes; bien, aún en el caso de que se le hubiera pasado por alguno por alto (¿Rusia?, ¿Prusia?…) y redondeáramos hasta diez, no creo que pudiéramos sacar de las experiencias pasadas una regla fiable. De que todo lo que empieza acaba no hay ninguna duda, ahora bien, el cómo y el cuando…
PS: Al último político al que le compraría una predicción es a Chamberlain 😉
Sr.Foix: Hace poco más de un siglo el ministro británico de las Colonias, Joseph Chamberlain dijo una frase que hoy nos viene al pelo:“El titán cansado se tambalea bajo la esfera desmesurada de su destino”. Chamberlain se refería a la situación creada con la guerra de los boers, unos guerrilleros desafiando al primer ejercito del mundo, todo ello enmarcado con dos potencias emergentes económicas, Alemania y Estados Unidos, aderezado con problemas socio económicos de todo tipo, Chamberlain tuvo claro el diagnóstico y no se equivocó.
Hoy le toca el turno a los Estados Unidos, por los mismos errores y con los mismos condicionantes de hace cien años, de hace cuatrocientos o de hace dos milenios,la historia se repite Sr.Foix, la conclusión es simple, los gobernantes de los imperios leen poco, se asesoran mal y se creen sus propias mentiras.