La investidura de un presidente es imprescindible para formar un gobierno y arrancar una legislatura. Pero lo más importante es la estabilidad a medio y a largo plazo. La buena política, la vieja y la nueva, se rige por la confianza en la protección de los intereses contrapuestos de los ciudadanos.
Pedro Sánchez anda buscando apoyos para ser investido presidente. Ha presentado un programa de nuevo cuño que pretende contentar a los dos socios que se declaran incompatibles entre ellos. No diré que sea una tarea imposible, pero sí improbable. Apedazar en un mosaico político a Pablo Iglesias, Albert Rivera y otros grupos pequeños afines a unos y a otros es de una complejidad extrema.
Estamos en tiempos interinos y de decisiones a corto plazo. Se trata de otorgar espacios o sillones políticos a los posibles socios que exigen cuotas de poder. En una intervención apresurada y nada sutil, Pablo Iglesias se quedó con la vicepresidencia y con varios ministerios clave para el control de la seguridad y la información que puede convertirse en propaganda como acaban haciendo muchos gobiernos cuando atraviesan situaciones críticas.
Instalados en la incontrolable velocidad de los cambios, lo que queda más patente es la ocupación del poder al margen de la viabilidad del futuro gobierno. Los perdedores se afanan en discutir los programas por contradictorias que sean sus posiciones. La ley de Educación será rutinariamente guillotinada en espera de que vuelva otra mayoría conservadora para cambiarla de nuevo. Y así desde los tiempos de Villar Palasí. La ley de la Reforma Laboral saltaría también por los aires de forma inmediata, al margen de lo que aconsejen las autoridades europeas.
Mariano Rajoy se encuentra recluido en la Moncloa pensando que la iniciativa de Sánchez se estrellará y aparecerá él como salvador o como posible vencedor insuficiente en unas elecciones precipitadas. Rajoy debe de pensar en la estrategia del general Kutúzov, que huyó tácticamente de Moscú para derrotar a Napoleón, cuya voz resonaba solitaria en las paredes del Kremlin. Rajoy debería haber aceptado la primera oferta del Rey para ser investido. Posiblemente, habría fracasado. Pero habría sido el digno protagonista de su propia derrota. Ahora espera un turno que no se sabe si llegará.
Hay que estar atentos a los movimientos en el seno del Partido Popular, como señalaba el lunes Carmen del Riego desde Madrid al informar de que varios líderes regionales del PP piden un giro político y caras nuevas en el partido que ha gobernado cuatro años con una mayoría absoluta sin puentes con ningún posible aliado en el futuro. Lo de Valencia es una vergüenza.
Es imprevisible cómo se desarrollarán los acontecimientos tanto en Madrid como en Barcelona. No es descartable que tanto Rajoy como Sánchez pasen a la reserva si se repiten las elecciones. No es obligatoria una gran coalición entre dos personajes que se detestan públicamente. Pero las grandes coaliciones existen y en momentos de dificultades se orillan las cuestiones personales para alcanzar un programa de mínimos común. En Alemania ha sido así desde las elecciones del 2013. En Gran Bretaña hasta las de mayo del 2015. Y así en la mayoría de los 28 países de la Unión Europea.
Si hay que abordar una reforma constitucional como intenta Pedro Sánchez, es imprescindible la concurrencia del Partido Popular. Con Rajoy o con quien sea su sucesor. Europa prefiere, naturalmente, la estabilidad en España. Pero es más importante todavía que el Gobierno español esté presente en los grandes debates europeos. Uno de ellos es el de los cientos de miles de refugiados que viven al raso, que huyen de la guerra o que son perseguidos por la miseria y el hambre. El número de refugiados acogidos por el Gobierno Rajoy es ridículo e inhumano. Miserable.
Del debate sobre la posición británica de abandonar la UE nadie se ocupa. Tampoco se sabe qué piensan Pedro Sánchez o Mariano Rajoy sobre la posición española respecto a Turquía. Estamos tan ensimismados en ocupar sillones y en distribuir espacios de poder que vivimos aislados de las cuestiones principales que se debaten en Europa.
Necesitamos pronto un gobierno que responda a una mayoría extraída de las elecciones del 20 de diciembre. De acuerdo. Pero no al precio de distanciarnos del eje central europeo, que es la suma de democristianos y socialdemócratas. Prefiero jugar en la Liga alemana, francesa, holandesa o sueca que en la griega o portuguesa.
Si la única alternativa es un gobierno que ponga en cuestión los logros alcanzados por Europa, a pesar de la crisis que castiga a tantos millones de personas, prefiero la convocatoria de nuevas elecciones y debatir otra vez los inconvenientes y ventajas de la vieja y nueva política.
Publicado en La Vanguardia el 10 de febrero de 2016
Puigdemont «avisa» a los consules que Catalunya va hacia la independencia. A ninguno se le ha escapado la risa.
Hay pistas de que el PP madrileño se financio ilegalmente. Linces, que son unos linces!
En fin, todo es interino, pero lo que parece encastado es la corrupcion, la podredumbre y la caradura institucional.
Se prepara una cosa guapa a nivel planetario, la segunda fase de la gran estafa iniciada en 2008 y aqui seguimos con tonterias y en manos de delincuentes.
En madrid pujol no quiere traductores, «anem per feina», en las Baleares la infanta sigue urdangorada, en Valencia los aforados (y aforadas) van acumulando mas conchas que los galapagos y por aqui que si el tranvia, que si el Pisarello, que si fem el passarell.
Santa Eulalia plora!
Sr. Foix: Pienso que en Democracia, la Corrupción institucionalizada impide gobernar con unidad y mayoria, a los políticos que aun tienen decencia, ética y honradez e incluso aleja a los capacitados con el talento de estadístas, que solo miran el bienestar de las generaciones futuras.
Cansa al ciudadano tanta pérdida de tiempo y se siente abandonado por los políticos que pretenden arreglarlo todo a su modo, pero que solo miran para el beneficio de su partido.
Mientras el hilillo del chapapote sigue dejando abandonados a los desamparados, ect…que no tienen la suerte de cobrar los millones de euros de los jugadores de futbol de los grandes equipos ó de los directivos de las grandes empresas y bancos, ect. Y asi podríamos citar a muchisimos privilegiados panzacontentos que se lo pasan pipa olvidándose de los desgraciados desamparados por el paro, la miseria y las guerras fraticidas y de los bombardeos tipo terremoto.
Claro que si las guerras las tienen que terminar los mismos que fabrican y venden las armas y armamento, ódigamos los que las inician, …pues estamos listos.
El tema clave …http://www.lavanguardia.com/ciencia/20160207/301978772341/clientelismo-corrupcion-amiguismo-economia-espanola.html?utm_campaign=botones_sociales&utm_source=twitter&utm_medium=social&utm_campaign=botones_sociales&utm_source=facebook&utm_medium=social&utm_campaign=botones_sociales&utm_source=facebook&utm_medium=social
P.D.
También pienso que lo que divide a cada una de las naciones del mundo, como España por ejemplo, es la citada Corrupción institucionalizada.
La cual provoca el deseo de separación ó divorcio de la nación ó estado. Debido a los abusos sin fin, de poder y de privilegios, solo por tener mayoría en las urnas y que por ello, el partido político de turno, cree que puede hacerlo todo a su modo y beneficio.
España está estancada desde principios de la década de los noventa. Es cierto que hay unas pocas empresas españolas punteras y también algunos emprendedores exitosos, pero el conjunto de la economía diverge de la de los países europeos más avanzados. El estancamiento se debe a que desde finales de los ochenta el marco insti tucional no ha mejorado. Lo ha hecho en algunos aspectos, pero al tiempo ha sufrido un notable deterioro en otros. Nos encontramos continuamente con disfunciones que entorpecen la eficiencia y el emprendimiento. Normas confusas y cambiantes, incumplimientos de leyes por parte de la Administración, ineficacia de la justicia, violación de leyes por ciudadanos y empresas… Un cóctel de atentados a la seguridad jurídica que puede resultar paralizante. La escasa calidad de muchas regulaciones, que con frecuencia favorecen a unos pocos, los sesgos que tienen las administraciones públicas en sus decisiones y las pesadas cargas que éstas imponen a pequeños empresarios y autónomos redundan en lo mismo. Y también lo hacen algunas actitudes que se han enquistado en la ciudadanía. Hay fallos en la educación, pero la baja eficiencia española se debe sobre todo a las restricciones que impone el marco institucional, consecuencia de cómo se ejerce el poder: ocupación por parte de los partidos políticos mayoritarios de las instituciones, tinte marcadamente clientelar de la acción política y devaluación de las leyes. La intensidad de este Estado clientelar condiciona muchas decisiones de las administraciones públicas, incluidas buena parte de las violaciones de leyes que éstas cometen. Un Estado clientelar genera una sociedad alejada de la meritocracia, lo que contribuye a que se desarrollen valores adversos a la eficiencia. Reformar esto es posible, aunque el camino esté lleno de dificultades. http://www.casadellibro.com/ebook-espana-estancada-por-que-somos-poco-eficientes-ebook/9788416495757/2798663
Magnífico análisis Ramón…
«»» solo miran para el beneficio de su partido»»»…esa es la raíz del problema Albert…
Sr.Foix: menos mal que nos lo dice Vd…pero la verdad es que apenas se nota que estamos sin gobierno…
Ingenuidad ciudadana. España,Catalunya, tiene una gran mochila de deuda publica a sus espaldas, por este motivo las medidas «nuevas» son crear una hacienda publica en Catalunya, para recaudar…A quien ? a las pymes, a los autonomos, a los trabajadores….No se enfocan al gran capital, porque este simplemente se larga a otro pais. Entonces las medidas no son para fomentar modelos de triple-cuadruple helice, no son para fomentar la investigación y el desarrollo, ni para fomentar la creación de nuevas empresas. No son medidas para adaptarnos a la actual revolución cientifica, ni a la industria 4.0. Errores pasados que vuelven a repetirse una y otra vez. Euskadi es el unico sitio de España donde han realizado una buena gestión en temas de industria, innovación, adaptación a los cambios (reflejado en su bajo paro y en sus iniciativas)
“El clientelismo amenaza el futuro económico de España”
Entrevista a los economistas Josep Pijoan-Mas y Manuel García-Santana»La culpa no fue del ladrillo. Los economistas Manuel García-Santana (de la Universitat Pompeu Fabra) y Josep Pijoan-Mas (del Centro de Estudios Monetarios y Financieros) han descubierto que, si en España la productividad se redujo mientras la economía crecía en los años previos a la crisis, no fue por el sector de la construcción. Fue por un sistema económico clientelar que no favorece a los mejores proyectos empresariales.Que la productividad fuera más baja en 2007 que en 1995 significa que el mismo trabajador y la misma máquina eran capaces de producir más en 1995 que en 2007.(la productividad ha caído un 0,7% anual en lugar de crecer un 0,8%).J. P-M. Si cotejamos estos datos con los de la oenegé Transparency International, vemos que este fenómeno fue mucho más común en sectores que esta oenegé califica como más propensos al cronyism (capitalismo clientelar,cuando a una empresa se le asigna un contrato no por ser la mejor candidata sino por las relaciones que ha tejido con las personas que deciden quién gana el concurso. O porque una empresa prospera porque obtiene una regulación favorable a sus intereses.) y en los que la influencia del sector público es mayor.Hay precedentes de países que eran ricos y se han colapsado por un deterioro institucional. Argentina e Italia son ejemplos de ello. Son un recordatorio de que, aunque hayamos alcanzado un cierto nivel, esto no significa que lo vayamos a mantener en el futuro. No tenemos la prosperidad garantizada.»