Corea del Norte es un país misterioso, pobre, reñido con el progreso para sus gentes pero obsesionado con la seguridad del régimen en el que los militares y la policía son cuerpos todopoderosos. Los hombres de uniforme custodian las encrucijadas de las desiertas carreteras, controlan las calles por las que transitan algunas bicicletas, pocos coches oficiales y muchos peatones que caminan con gran dignidad por las aceras polvorientas.
Hace menos de un año pasé dos días en Corea del Norte en visita a la ciudad de Kaesong, a unos treinta kilómetros de la frontera con el sur. El paisaje es nítidamente ecológico. No vi tractores ni maquinaria de ningún tipo. Familias enteras faenaban en campos de maíz y patatas practicando una agricultura artesanal.
La zona desmilitarizada que cruza la península coreana, trazada tras el armisticio de 1953, es un espacio riquísimo en fauna y flora. Nadie ha pisado los cuatro kilómetros que separan las dos Coreas en más de medio siglo. Los grillos y las ranas ofrecen una espectacular sinfonía y el negro verdor de los árboles disimula las alambradas que vigilan los cadáveres putrefactos que quedaron sepultados en la guerra.
Enormes banderas se levantan como torres de vigía en las colinas de los dos lados. En el norte, las estatuas de bronce gigantescas de Kim Il Jung vigilan las esencias del laboratorio comunista más genuino del mundo que es gestionado ahora por su hijo Kim Jong Il, un personaje estrafalario que le gusta viajar en tren, que lanza cohetes nucleares de corto alcance de vez en cuando y que tiene a Corea del Sur, a Japón y a toda la región bajo la amenaza de misiles nucleares.
Ser un dictador tan severo e inhumano en estos tiempos en los que la información se filtra por todas las rendijas del planeta tiene un cierto mérito. Me impresionaron las torres de comunicación para interferir toda la información radiada y televisada que llega al país. Sólo envían señales hacia fuera pero bloquean las que entran. Son monumentos a la opacidad y a la ignorancia que velan por la higiene ideológica de los nordcoreanos.
Los prejuicios sobre el régimen de Corea del Norte se confirman. Recordé una fugaz visita a Albania, en los años ochenta, acompañando al Barça en una expedición de eliminatoria europea. El laboratorio albanés saltó por los aires y los más de cuarenta libros de Enver Hoxha no se han reeditado.
Este país mísero y dictatorial posee la bomba atómica y juega con ella con vecinos tan poderosos como China, Japón, Rusia y Corea del Sur. La república del Gran Líder era más rica y próspera que el país hermano del sur cuando acabó la guerra. Hoy es un erial, con autopistas sin coches, trenes sin pasajeros, campos cultivados al estilo medieval. Es un desafío a la historia que acabará como todas las dictaduras que desprecian a su pueblo y desafían al mundo.
Y bueno, lo del modelito de ZP haciendo footing ya es demasiado.
Yo estoy bastante desengañado con Obama, me había creido que daría la vuelta a lo visto con Bush, mucho me temo que será más de lo mismo, pero edulcorado.
En una ocasión, hace ya muchos años (sería a finales de los 70s), vino a una tertulia de mi barrio Isidre Molas, hoy relegado a una presidencia casi honorífica del PSC. Le pregunté por el tema de moda del momento: "¿Què me'n diu del desencís que es palpa a l'ambient?". "Si algú s'ha desencisat -me respondió- es perquè abans estava encisat".
Obama no es un superman. Sólo con su carisma no doblegará a Netanyahu, a Kim Jong Il, a Ahmadinejad o a los taliban de Pak-Afghan. (Por no hablar de su propia oposición doméstica). De admitir esa obviedad a añorar a Bush va un abismo. Si no queremos sufrir desengaños con Obama, habría que empezar por no engañarnos.
Sr.Foix: Me ha dejado muy perplejo la entrevista que publica hoy La Vanguardia con el presidente Rodriguez Zapatero, en especial el estilismo deportivo que luce, muy perplejo…
Obama no me esta decepcionando, es normal su visión patriótica made in USA, primero va a salvar a su pais en la economía, que esta en la cuerda floja, después intentara recomponer las relaciones internacionales tocadas por la batuta de Bush, después aguantar la presión de los lobbies,,,y ahora viene lo bueno, el Obama incógnita, aqui si nos puede o no decepcionar, tien dos opciones:1.continuar su país con el unilateralimos al tomar decisiones en contra de los "iluminados" (antes llamados eje del mal) o empezara a recomponer la ONU, para que tengamos un derecho global y las decisiones no sean de 8, sino que de un conjunto de países democráticos (subrayo democráticos)
Obama me está decepcionando, había creado muchas ilusiones y me da que nos va a dar más de lo mismo.
Esta dictadura me da más miedo que cualquiera otra, es el resto del sistema comunista y morirán matando, no me cabe la menor duda que al menos en esto George Bush tenía bastante razón.
Un saludo,J.Vilá.
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A este paso corea del norte sera como Cuba, un paraiso comunista de miseria y lleno de nostalgicos de izquierda.
Santos no son. El vigilia de Occidente sigue alerta. Por una parte el mundo es demasiado complejo para dejarlo en manos de unos iluminados y por otra parte las decisiones mundiales no deberían caer siempre bajo la responsabilidad de Usa, sigue siendo una cuestión de derecho global.
Sr.Foix:Corea del Norte se ha ido quedando sola, sin interlocutores ni aliados, la caída de los países comunistas del este la ha dejado sin amigos, como a esos niños de la escuela traviesos, que se quedan sin nadie que juegue con ellos en el patio y que han de recurrir a bravatas para hacerse notar. Con un Obama en horas bajas, sólo faltaba que uno de los países del eje del mal viniese a dar la razón a Bush, sería lo último…