Las puertas giratorias existen y existirán. Empiezan en la cuna, en la familia, en el barrio, en la escuela, en la universidad. También en la política y en la distribución de los cargos públicos y privados entre conocidos y amigos.
La propuesta de nombrar al ex ministro José Manuel Soria para un cargo ejecutivo en el Banco Mundial es una puerta giratoria de grandes dimensiones. Soria tuvo que abandonar el ministerio de Industria cuando su nombre apareció en los Papeles de Panamá que implicaban a cientos de personajes en evasión de capitales sin conocimiento de las autoridades tributarias. El gobierno está en funciones. El ministro Guindos nos advierte que si no hay gobierno antes de fin de año no se podrán nombrar cargos en el control de las finanzas públicas hasta el punto de que podría paralizarse el normal funcionamiento del mercado de valores. Pues no se le ocurre nada más al ministro Guindos que proponer a Soria para cubrir una plaza Banco Mundial. La percepción del sueldo es de 226.000 euros anuales. Una puerta giratoria auténtica. Se deja el gobierno, con escándalo, y, como premio, se le nombra para un cargo bien retribuido en una institución internacional.
No es de recibo. Puede venir a cuento la famosa frase de Enrique V que William Shakespeare pone en la boca del monarca en 1415, justo antes de batirse con los franceses en la batalla de Agincourt. Una versión que se encuentra en Internet, interpretada por Sir Lawrence Olivier en 1944, cuando la segunda guerra mundial todavía no había terminado, el monarca inglés que aspiraba al trono de Francia pronuncia unas palabras que pueden aplicarse a las cacicadas de las puertas giratorias exageradas.
El Rey dice, para animar a sus tropas, “we few, we happy few, we band of brothers”… Nosotros los pocos, los felices pocos, la banda de los hermanos. Shakespeare no pensaba en Soria ni en ninguna de de las puertas que giran siempre en favor de la banda correspondiente. Pero las palabras de Enrique V se interpretan como una acción innecesaria de favores descarados.
És una forma d’actuar prepotent de qui se sent amo. Després de tanta corrupció descoberta treuen més vots i amb tota la premsa a favor per afeblir l’oposició pensen que tot s’hi val.
¿El banco mundial funciona a dedo ? Debe ser muy de fiar nen la toma de decisiónes. En el mundo manda una mafia.
Es lo que se llama Dedocracia Francis…
Sr.Foix: el sistema piramidal que tenemos implantado es endogámico por naturaleza…a medida que vas subiendo en el escalafón las relaciones se van acentuando hasta límites insospechados…hay que desconfiar hasta de los partidos de línea blanca recien llegados, que dicen venir libres de pecados, pero que después descubres que llevan tiempo siendo subvencionados a troche y moche…
Això no hi ha qui ho aguanti. Marxem!!!!
Azincourt, no Agincourt.
En Rajoy, amb la cara no diu res… i ho diu tot. Fins i tot treu de tant en tant … «fa llenguotes» (expressió igualadina) …
«The band of brothers» de Agincourt tenían una dignidad de solidaridad ante la batalla, que luego recuperó el historiador Stephen E. Ambrose’s en 1993 en un libro, para que Spileberg produjera en 2001 una estupenda miniserie de televisión con lo que le sobró de «Saving Private Ryan».
Lo del Rajoy y el Soria es más de «Alí Baba y los cuarenta ladrones»
Ójala fuesen sólo cuarenta :-(, ya se cuentan más de 170 PPeros imputados, investigados y procesados…
Es el problema de los partidos politicos, funcionan como bandas con favores mutuos.
Y el Banco Mundial no puede investigar al Sr. Soria y denegar la aceptación del cargo por delitos a la hacienda pública?.
Sr Foix: es que ya no me quedan palabras para expresar mi indignación….
Nos quedan palabras Àfrica… pero son impublicables…
Pos….sí..