Leo Messi perdió la bota en una dura jugada en Sevilla. Se la puso, protestó al árbitro que le daba prisa, fue amonestado con tarjeta, tiró de nuevo la bota, se retiró lentamente a la banda y se calzó. Una metáfora que evidencia el trepidante encuentro en el Sánchez Pizjuán sevillano. Para que vuele el zapato por los aires tiene que haber mediado un encontronazo fuerte. Así ocurrió cuando un pisotón de N’Zonzi, un francés de ascendencia congoleña, le rompió los cordones y descalzó al jugador más grande del momento.
Tiene gracia que después de un trompazo de este calibre Messi recibiera la sanción del aragonés Jaime Latre. Una estadística elocuente: el Sevilla cometió 18 faltas y recibió cuatro tarjetas. El Barça fue sancionado con 12 faltas y fue castigado con siete tarjetas. Neymar es seguramente el jugador más golpeado de la Liga antes, durante y después de sus correrías malabaristas por los estadios hispánicos.
Luis Suárez se contiene pero hay tarjetas que no responden al juego sino a las confrontaciones con los colegiados. Luis Enrique tendría que exigir no discutir con los magistrados del fútbol. El caso es que el Barça es objeto de debate mediático, a veces, para ocultar la calidad de sus jugadores más emblemáticos. Gerard Piqué se ha despedido a plazos de la selección española por expresiones que ha hecho circular por las redes y no por su calidad de juego. Le pitan como si fuera un extranjero.
Neymar y Messi han sido acosados judicialmente por supuestas irregularidades fiscales. Sus casos se abren y cierran en las audiencias según el criterio cambiante de fiscales y jueces. El tema de la semana pasada fueron unas palabras que supuestamente se cruzaron Messi y Arteta en un calentón que habría enervado al normalmente tranquilo argentino en el túnel hacia el vestuario del Manchester City. Jorge Sampaoli, el entrenador sevillista, reconoció la superioridad de su compatriota y no cayó en la excusa fácil del presidente, Pepe Castro, sobre los tres minutos de prolongación del partido. Messi es admirado por su genialidad y atacado venga o no a cuento por tierra, mar y aire. Es el precio de ser el más grande.
Publicado en Mundo Deportivo el 8 de noviembre de 2016
A Madrid no soporten un trident de la qualitat del Barça i fan els possibles per trencar-lo.
Perdoni que insisteixi, Sr. Foix, però el mateix fan amb Catalunya amb la judicialització de la política. No soporten que sigui la regió d’Espanya amb més potència i faran els possibles per què no ens en sortim.
Això no s’aguanta més: Referendum o referendum!
«»»Tiene gracia que después de un trompazo de este calibre Messi recibiera la sanción del aragonés Jaime Latre»»»…llamándose Latre, tenía que tener gracia a la fuerza Sr.Foix…