No sé qué pasa por la cabeza de Luis Enrique con dos partidos restantes más la final de Copa ante el Alavés. Es infrecuente que un entrenador del Barça salga por la puerta grande, con nueve títulos en tres años, con más de 100 goles en cada uno de las últimas tres temporadas y aún con opciones de ganar la Liga. Luis Enrique no ha tenido buena relación con la prensa. Su humor ácido, desconcertante a veces, le ha alejado de los maestros de la ley del periodismo deportivo que no le han valorado lo suficiente porque ha prescindido de ellos.
Ha hecho un buen trabajo y se va. Deja un equipo que necesitará refuerzos y unas cuantas bajas obligadas. Pero Messi, Neymar y Suárez son la garantía para que, por ahora, el Barça no se apee de la excelencia europea y mundial. Neymar ha llevado a la selección brasileña a calificarse para Rusia y sus exhibiciones en la Liga son casi las de un trapecista de circo. No hay nadie en Europa capaz de hacer tantos malabarismos con el balón ante rivales desconcertados. Messi es el genio más grande que resuelve los partidos con goles insospechados. Y Suárez tiene cuerda para rato en su papel de delantero-armario, veloz, potente y definidor.
Lucho ha administrado una auténtica factoría de goles. Se va dejando el equipo en una posición de volver a aspirar a todo. Un trabajo bien hecho, con todos los desaciertos que se quiera pero también con rotundos éxitos. El Barça de este siglo ha tenido jugadores determinantes, Messi el más decisivo de todos, pero ha contado también con técnicos de primer nivel.
Luis Enrique está en la galería de los grandes. No se va ni enfadado ni dolido. Trabaja hasta el último minuto del último encuentro. Su figura no está en cuestión. El Camp Nou ha aplaudido al caer en cuartos de la Champions. Inédito. El campo se llena hasta la bandera porque el socio se encuentra a gusto. Nace una nueva etapa pero la era que empezó con Rijkaard, Guardiola, Vilanova y Luis Enrique sigue igual de vigorosa.
Publicado en Mundo Deportivo el 9 de mayo de 2017
Los proximos fichajes de Can Barça no se pagaran ni en euros ni en dolares ni en monedas de futuro como el bitcoin, se pagaran en «misales» una moneda de mucho recorrido en casa del molt orinable. Estoy estupefacto.
Luis Enrique esta entre los grandes. Poca tonteria y un gran tipo. Deja el liston muy alto. Chapeau!
Sr.Foix: salir airoso de un club como el Barça, en el que todo lo que no sean victorias y títulos, es un fracaso, no es muy corriente y Luís Enrique lo ha conseguido…Enhorabuena !!!…
Estic totalment d’acord amb aquest anàlisi. Luis Enrique ha fet un bon treball, però s’ha esgotat. És molt dur estar d’entrenador del Barça i lidiar amb directiva, premsa, socis, periodistes, … i grups de pressió per fer-se amb el control del club. Penso que ha sabut estar en el seu lloc: de tècnic que s’ha bolcat en el seu treball. Un bon professional.