El deporte recose enemistades políticas irreconciliables. En la inauguración de los JJ.OO. de Corea del Sur desfilan juntas estos días las delegaciones del Norte y del Sur. La guerra sigue desde 1953. No ha habido armisticio. Ignorancia total entre Pyonyang y Seúl. El deporte ha roto el hielo. Las inexistentes relaciones entre China y EE.UU. se abrieron camino a través de los equipos de ping pong de los dos países hasta que Nixon y Mao se encontraron en Pekín en 1973. Mandela se sirvió de rugby para que la minoría blanca y la mayoría negra pusieran fin al odioso régimen del apartheid en Sudáfrica. La paradoja del deporte es que puede convivir con la pasión la competitividad y el ‘fair play’. Los ingleses que fundaron el fútbol en un pub de Londres no pensaron que se convertiría en un deporte de masas y, mucho menos, que podría convertirse en un vehículo para fomentar odios, insultos y violencias absurdas. Piqué consiguió un empate en el estadio de Cornellà-El Prat e hizo callar con el dedo en la boca a la grada españolista que reaccionó con rabia.
Piqué domina la provocación y despierta sentimientos encontrados por esos campos hispánicos. También cuando juega en la selección española. Pero el origen de la animadversión hacia Piqué está en los insultos que reciben sus hijos y su esposa Shakira. Debería organizarse una política muy severa en contra de los insultos en los campos de fútbol. El Espanyol es de Barcelona pero su campo está en Cornellà. ¿Hacía falta enojarse tanto por que Piqué hablara del Espanyol de Cornellà? ¿Había que poner anuncios en los diarios, a toda página, para proclamar que el Espanyol es barcelonés y universal? ¿No tendría el Espanyol que reconocer que se insultó a Piqué de forma indecente? Pero Piqué no puede tampoco hablar de ‘desarraigo’ del Espanyol que tiene un propietario chino. Es un lenguaje supremacista, con rasgos xenófobos, que no tiene en cuenta que, hasta hace poco, el Barça lucía Qatar Airways en su camiseta, un país que no conoce la democracia.
Publicado en Mundo Deportivo el 6 de febrero de 2018
Una cosa més! El peu de foto és erroni. El gest va ser abans de que s’insultés a la seva família. Detall important. No justifica els insults, però en un món tan visceral i amb poca vida intel·ligent, ho fa comprensible.
Soy perico y, como es lógico, condeno cualquier insulto sea a un futbolista o a sus familiares o a quien sea.
Dicho esto, sobre el artículo, puntualizar que el origen de la animadversión hacia Piqué nace en 2008 cuando, en el derbi de las bengalas, fue a celebrar con los BBNN la victoria. Luego, en zona mixta, se encaró con un directivo del Espanyol porque estaba declarando a los medios que no le parecía bien el gesto de los jugadores culés (Puyol y Guardiola, por ejemplo, no lo celebraron con los BBNN. Unos caballeros).
Piqué no pidió perdón en ningún momento. Y, como todo lo «malo» del Barça, se silencia y se olvida.
Por otra parte, sobre si el Espanyol debería reconocer que se insultó a Piqué… los directivos, al ser preguntados, los han condenado. El error está en que ha faltado un comunicado institucional del club diciéndolo, pero muchas veces eso queda en palabras vacías y se sigue insultando. El Espanyol había ido un paso más allá: tras derbis insultando, por fin se había logrado (con trabajo que no hace falta ir mostrando a bombo y platillo por los medios) que no se insultase a Piqué. Ese era un gran paso que no se le ha reconocido todavía al club.
Tras la provocación de Piqué, que entiendo perfectamente su gesto, volvió a echar leña a un fuego que parecía apagarse. Piqué tiene la llave para acabar con todo esto creo. Dos no se pelean si uno no quiere.
Y, por último, es curioso que siempre que el Espanyol logra ganar o empatar contra el Barça se hable de todo, menos de fútbol. Recuerdo que en el derbi de Copa hubo cargas policiales y nos dedicaron insultos de todo tipo. Pero claro… el Barça es mucho Barça. Solo se habla un día de esa polémica para cumplir y listo.
He visto a Tomas Guasch, ministro de deportes de Tabarnia al lado Boadella en la presentacion de la cosa en Madrid.
No se ha visto por los alrededores a Eduard Pujol ni a ningun agente secreto montado en patinete.
El toque arrauxat de Boadella tiene un parecido tremendo con el del fugit en cap de Bruselas.
Tot plegat ja passa de taca d´oli
Estoy de acuerdo.
La solución es entender la diversidad cómo riqueza. Ante una intención »ninguneadora» , podemos:
1 – Responder con indignación e iniciar una escalada bélica.
2 – Desde el amor a la diversidad abrazar la sugerencia, potenciarla, agradecerla y convertirla en un punto fuerte inclusivo, no exclusivo. (¿QUieres sopa? …. pues dos tazas !!!) ….. El Español puede ser un club de la gran barcelona que incluye Cornella. O activar el orgullo de ser de Cornellà… Acaso Cornellá es poco, indigno ? .
Me emocionada la resistencia de los galos de Asterix. el Español -Cornellá podria ser una villa amenazada por un torpe e ingenuo gigante víctima de sus triunfos, muy débil ante el fracaso, con tendencias paranoides y que sobre todo confunde una parte (él mismo), con el todo.
Siento los colores del Barcelona cómo própios pero en este debate«soy Cornellá´´.
Admito que haber nacido en Manresa me otorga ventajas competitivas frente a la »grandeur» barcelonina empatizo con las causas perdidas.
Ante de los romanos guapos-prepotentes-ricos-malcriados-barcelocentristas ……… »yo también soy de Cornellà».
Nadie es perfecto, cuantos directivos del Barça han pasado por la trena? cuantos juicios de cuentas ha tenido que demostrar…
Pero Pique no se merece los insultos a su familia.
Me sorprende que en Cornellà no se hayan molestado con el Espanyol porque éste haya denunciado las palabras de Piqué. Ya sé que éste lo dijo con intención despectiva, pero el Espanyol no debía haber caído en la trampa de sentirse ofendido por ser de Cornellà.
Sr.Foix: criticar al nuevo presidente del Espanyol por ser Chino, cuando el fundador del Barça, Joan Gamper, era Suizo, no dice mucho en favor de Piqué…los insultos que le dirigen a él hay que castigarlos severamente también…