Para el madridismo mediático todo se reduce al Pichichi de Ronaldo y a la Champions que seguro van a ganar en Kiev. El entusiasmo es indescriptible sobre victorias que se pueden producir. Es cierto que el Madrid empieza muchas veces a galopar a partir de marzo aunque esta temporada ha dejado ya dos títulos en la cuneta. Se aferra a lo que queda levantando las banderas de la emoción, la épica y la historia. Son así y no les ha ido nada mal a lo largo de la historia. En el Barça la euforia es contenida, casi inexistente y se asoma en algunos ámbitos de la atmósfera mediática sólo cuando los hechos ya no admiten opiniones.
Después de la fiesta de Messi y compañeros en el Camp Nou ante un Athletic conformado en la derrota, escuché en el dial catalán desánimo y críticas contundentes a la segunda parte del equipo de Valverde. Al barcelonismo le cuesta gozar de los buenos tiempos. Ha sufrido tanto que no se cree que las cosas van muy bien. Gran partido, buena exhibición de Piqué , una entrada de Iniesta que alegró la tarde en el Camp Nou y posibilidad de lograr la séptima Liga en diez temporadas. Messi va por delante en el Pichichi y Ter Stegen es el menos goleado. La final de Copa será un choque clásico con el Sevilla y los cuartos de final de la Champions se dirimirán con el Roma, el menos temible de cuantos entraron en el sorteo de la ciudad helvética de Nyon. La Copa está a la espera de la final y la Liga es supuestamente del Barça si no media un percance grave.
El Atlético está a 11 puntos y el Madrid, a 15. Se baten récords. Pero la mancha de una segunda parte de baja intensidad, aburrida porque se ganaba, se proyecta sobre una temporada y un ciclo envidiables para cualquier equipo europeo. Incluso para el Madrid. Insuperables los tertulianos que sufren por una segunda parte y no alcanzan a ver más allá de un partido, de una temporada y de una época en la que ha llevado la batuta Messi pero con grandes intérpretes y con un socio que se ha acostumbrado a ganar. La segunda parte, eso sí, no fue como la primera.
Publicado en Mundo Deportivo el 20 de marzo de 2018
Sr.Foix: cuando se lleva tanta ventaja en la liga es más que normal que los jugadores se reserven una vez controlado el partido, es la época de las lesiones tontas que te pueden destrozar a un equipo en dos patadas…digo en dos días…
La «culerada» siempre ha sido un poco masoca y mai en tenen prou.
Creo que hay un punto de inseguridad y de baja autoestima que podemos trasladar al ambito social y politico y tendremos un cuadro feten de la sociedad catalana.
Yo creo que el triplete del Barça esta bastante asequible. Bastante mas que la independencia de Catalunya, por poner una comparacion.