La primera gran noche de Dembélé en el Camp Nou acabó en un susto. Sólo fue un esguince pero a los cincuenta mil espectadores se les heló el aliento en una ya noche fría de invierno. Empezaba la segunda vuelta con Messi en el banquillo almacenando energías para la Champions que prometió y con un Leganés que rozó el empate en un par de ocasiones. Dembélé marcó un gol de billar driblando la espesa defensa del ‘Lega’. El público tarareó la Marsellesa presagiando una nueva revolución dirigida por este muchacho que descoloca hasta a sus compañeros del Barça.
Es prematuro otorgarle la antorcha de una nueva era. Valverde intentó dar todos los minutos a Coutinho pero el ‘7’ no encontró su lugar en el campo ni los chuts letales a portería. Luis Suárez hizo un gol tras cinco minutos de observación por el VAR que anda buscando una perfección que no existe. El gol de Williams con el Athletic de Bilbao era gol. La grada suspiró con el desempate pero Valverde no dispone todavía de un plan B sin la patente de Messi, el mejor de los mejores.
El Barça está muy vivo y con todas las posibilidades en las tres competiciones. Pero los títulos se ganan a partir de marzo con plantillas frescas, ilusionadas, seguras de que los pueden conseguir. Todos los indicadores son positivos pero el factor humano será decisivo. Messi demuestra día a día que es imprescindible. Piqué , también. Dembélé lo podrá ser. La temporada ha abierto su fase decisiva en la que todos los jugadores son necesarios.
Publicado en Mundo Deportivo el 22 de enero de 2019
Sr.Foix: que las decisiones se decidan desde un Bar Con V no ha sido un gran acierto…
Veo en la seccion de deportes de los informativos a Ronaldo en plan estrella mientras va a reconocer que es un delincuente (fiscal)
El señor de la foto que es el mejor jugador de futbol de la historia, tambien tuvo sus cosas con el fisco.
En un pais de traca es lo que hay.
Ojo con las antorchas que llevan fuego included.