El Barça lleva tres empates seguidos y ha desperdiciado la oportunidad de dar casi por sentenciada la Liga. A pesar de todo sigue líder. Y lo será pase lo que pase la siguiente jornada. La eliminatoria de Copa con el Madrid se va a dirimir en el Bernabéu. Todo está abierto, también la Champions. Pero Ernesto Valverde tiene al equipo sesteando en este febrero incierto en el que Ter Stegen ha evitado sustos mayores. Piqué ha mantenido cubierto el muro defensivo con un Lenglet y Semedo que cumplen las expectativas.
No se nota la enigmática ausencia de Umtiti. Pero en San Mamés sí que se echó en falta la agilidad e inteligencia de Jordi Alba, que no jugó por sanción y Messi no tuvo la complicidad del veloz lateral lanzadera de l’Hospitalet. El centro está adormilado y ahora sí que se nota que Busquets ya no tiene al lado a Xavi e Iniesta. La máquina del centro ya no fabrica fútbol de calidad artesanal.
A Coutinho se le agotan las oportunidades de ganarse un lugar y aumenta la posibilidad de que se venda o malvenda al final de temporada. Un jugador tan potente y tan fino no rinde lo que se esperaba y lo que se pagó por él. Messi fue el único que chutó para marcar. Luis Suárez lleva varios partidos sin ser determinante para el gol. El conjunto lleva puesta la marcha lenta, muestra cansancio, una cierta apatía y se sorprende y acobarda cuando un Athletic, por ejemplo, exhibe una dureza exagerada. No ha cundido el pánico, por ahora. Pero hay que despertar de la siesta.
Publicado en Mundo Deportivo el 12 de febrero de 2019
Sr.Foix: siesta, Messidependencia o resaca…pero es evidente que hay un bajón…