Presupuestos, juicio y elecciones. Ninguno de estos tres temas deberían estar directamente relacionados. Pero la fragilidad de la política de gobiernos en minoría hace que la concatenación de acontecimientos sea inevitable.
El Gobierno de Pedro Sánchez ha presentado sus primeros presupuestos que deben ser admitidos hoy en el Congreso. Los partidos independentistas que le facilitaron la investidura han presentado enmiendas a la totalidad. Esquerra y los neoconvergentes han exigido gestos del Gobierno respecto al juicio de los presos como pedir a la Fiscalía que retire las acusaciones.
El president Quim Torra ha declarado en varias ocasiones que no aceptará otra sentencia que no sea la absolución de los encausados en el largo juicio que empieza con todas las expectativas mediáticas. Para los independentistas se trata de un juicio político, pero para las instituciones del Estado es un proceso que juzga la vulneración de normas constitucionales y estatutarias saltándose el principio de legalidad que rige en cualquier democracia.
La mezcla entre el macrojuicio a políticos catalanes y los presupuestos ponen a Pedro Sánchez en una situación muy delicada de la que sólo puede salir airoso convocando elecciones. A esta conclusión han llegado en la Moncloa, que filtró a la agencia oficial de noticias que las elecciones podían convocarse para el 14 de abril, una fecha inesperadamente anticipada que coincide, además, con el aniversario de la proclamación de la Segunda República.
Sea cual fuere la fecha, lo cierto es que hemos entrado en un largo proceso electoral en el que se renovarán ayuntamientos, varias comunidades autónomas, el Parlamento Europeo y las Cortes Generales. Las elecciones generales pueden coincidir con el superdomingo de mayo, pero cabe que se celebren antes o inmediatamente después.
Parece evidente que la política de tender puentes para encontrar salidas al conflicto catalán no irá más allá de mantener las reuniones habituales y rutinarias entre el Estado y Catalunya.
La concentración del domingo de los tres partidos de la derecha en Madrid puede haber contribuido al movimiento de calendarios electorales por parte de los socialistas. Pero la causa principal, a mi juicio, es que el intento de Pedro Sánchez en acercarse al independentismo y desactivar el conflicto en espera de que se conozca la sentencia ha tropezado con la intransigencia de Torra en poner condiciones imposibles de cumplir por este Gobierno o por el que venga. Torra y Puigdemont no quieren pactar si no se incluye en el acuerdo el derecho a decidir y la celebración de un referéndum de independencia.
Dicho con otras palabras, el núcleo duro del independentismo sigue instalado en la confrontación y en el adeu definitivo a España. Curiosamente, esta idea es más persistente en la vieja Convergència, que desde el cuartel general de Waterloo planifica la estrategia y dicta los gestos que practica el president Quim Torra desde la Generalitat. La Esquerra de Junqueras se muestra más posibilista, tiene menos prisas para una ruptura y propone ampliar la base independentista porque sabe que la mayoría social de Catalunya no está de acuerdo, por imposible, en una secesión unilateral.
Catalunya ha condicionado, para bien y para mal, la política española en los últimos ciento cincuenta años. El historiador John Elliott sostiene que las diferencias y los rifirrafes vienen desde los tiempos de Felipe II y que nunca se han restañado del todo las heridas. Pero el hecho cierto es que la cuestión catalana será plato principal en las campañas electorales que se avecinan.
Otra cuestión, no menor, de no acceder a las peticiones de los independentistas es la dificultad de Pedro Sánchez en hacer frente a la contestación de pesos pesados del socialismo que se han enfrentado con el actual líder con el ridículo pretexto de la palabra relator. Felipe González y Alfonso Guerra mostraron enérgicamente su disconformidad con la aproximación de Sánchez al conflicto catalán.
Lo que le dicen muchos altos cargos socialistas es que una política de apaciguamiento con los independentistas les puede acarrear pérdidas electorales, como afirmó Susana Díaz al ser desplazada de la presidencia de la Junta. PP, Ciudadanos y Vox hablaron más de Catalunya que de Andalucía y la candidata socialista mantuvo el conflicto catalán al margen de la campaña y hoy está en la oposición.
Pedro Sánchez y su Gobierno sabían desde el principio que era incompatible mezclar los presupuestos con el juicio. Ahora, cuando entremos en campaña, podrán decir que lo intentamos pero no fue posible. La mayoría de catalanes y españoles quieren un pacto y no una confrontación. Ni más 155 ni más acciones unilaterales que nos han llevado al actual callejón sin salida. En el presente envite hemos perdido todos.
Publicado en La Vanguardia el 13 de febrero de 2019
Sr. Foix y compañeros/as del blog :
¿ Tantas leyes y normas que existen y se aplican a rajatabla sobre los ciudadanos cotizantes e incluso contra sus propias señorias, si en un momento dado, se apartan una coma, de lo que dispone nuestra Constitución española, pero … » Aaay » … falta y hecho de menos aun, la Ley principal, que sería :
La Ley que impusiera … el despido ó la suspensión de empleo y sueldo a cualquier político parlamentario, que … NO VIVIERA LA REALIDAD … en que viven millones de personas de la sociedad del malestar y que tampoco no mirase y trabajase para el bienestar y el beneficio de su generación y de las generaciones futuras.
Pienso que ahora sería el momento de actualizar la Constitución española, pues estamos pagando e ingresando los impuestos, sumados e incluso, algunos de ellos repetidos, a la Caja fiscal recaudatoria del Estado, pero sin ningún resultado positivo para la ciudadania.
Como diría Sir Winston Churchill, estos políticos jovenes actuales, solo miran …el beneficio propio y de su partido. Tampoco son estadistas que miran el bienestar de las generaciones futuras.
Algunos de ellos… solo saben sonreir, insultar, mentir y acusar al interlocutor …
Hay de todas las clases sociales, Casados, Solteros y Viudos, Jovenes y Maduros, ect.
P.D. Olvidaba que…NO VIVEN LA REALIDAD.
Sr.Foix: seguimos alucinando en colores con todo lo que estamos viendo…
Todo o nada no es una estrategia win-win.
De una posible federación o un concierto vasco podemos pasa a una comunidad controlada…si al final suman Ciudadans-Vox y PP. Veremos despues arrepentimientos ? no, lo que veremos es victimismo….en resumen la politica es pactar y no han sabido. ¿se resentira la economia? veremos
Fiscal Cadenas:
Murallas humanas se lanzaron contra la Policía Nacional.
Sin comentarios.
Yes, No comment.
Pobre Sr.Sanchez!!. Mentres ell defensava l’indepèndencia judicial espanyola a Estrasburg, aquí quedaven absolts els directius de Catalunya Caixa.
Judici….no cal amoīnarse…tot està dat i beneït.
Pressupostos no els aproven… Millor pels ciutadans, de moment no ens apugen els impostos.
Eleccions…. I a qui votem?
Al sr. Aznar, al Sr. Gonzalez…..o al Sr. Puigdemont
Tal y como escribe el Sr. Foix todos hemos perdido.
Añado que los partidos independentistas han impedido la aprobacion de los presupuestos.
Otrosi digo que si en unas elecciones avanzadas gana el tridente de extrema derecha tambien se lo podremos «agradecer» a la casta_barretina dels de casa.
Les interesa a todos los partidos, aunque nada a la ciudadania, seguir en posiciones (formalmente) encontradas.
El colapso es agobiante y el sistema solo se aguanta porque no hay alternativa a la vista. De momento.
y ganando Putin, con las tensiones en Brexit en Catalunya, mientras exista esta distraccion el va colando sus negociox