Lo más interesante de este fin de semana para el barcelonismo es que se ganó por primera vez fuera del Camp Nou desde el mes de abril. Tres puntos en el campo del Getafe, a las cuatro de la tarde, sol de cigarras y grillos, era motivo de satisfacción para la masa culé. Lo mismo ocurrirá mañana miércoles si el Inter es derrotado y el Barça encara el paso siguiente hacia los octavos de Champions. Pero el tema de estos días es que Xavier Bosch escribió en este diario que los jugadores se han apoderado del club en los últimos diez años. Mandan sobre este y anteriores presidentes. Nadie ha desmentido el contenido del artículo.
Gerard Piqué salió a decir que “sabemos los diarios que son afines en el club, conocemos los artículos que salen y muchas veces sabemos quién los escribe aunque los firme otra persona”. Bosch daba nombres y relataba episodios con protagonistas y fechas. Piqué atacó a un periodista sin atreverse a citarlo. No me gustó. Tampoco al Col•legi de Periodistes de Catalunya, que ha reclamado respeto para el trabajo de los profesionales. El periodismo es contar lo que pasa, estar abierto a todos los puntos de vista lo que no significa ser indiferente a todas las actitudes.
Que Piqué siga siendo un gran defensa y se preocupe más de ganar partidos que de insinuar contubernios sin aportar un solo dato. Este Barça de Messi y sus compañeros es probablemente el mejor de la historia. Lo ha sido en el campo y no en declaraciones calculadas señalando a hipotéticos enemigos que, paradójicamente, estarían en la misma Junta con escribidores a sueldo. Da risa.
Publicado en Mundo Deportivo el primero de octubre de 2019
Sr.Foix: que se pique Piqué ya no sorprende a nadie…
Pique va para presidente, un crack en la organización del tenis, un crack en el poker….pero en el mundo hay cartas en las que se requiere tener la labia mas controlada
Unos en Fonollosa los otros en el Passeig de Gracia. El cante (i no el de la tenora) es mayestatico y es el peligro numero uno, la desunion. Peligro para todos, incluidos los que no estamos por estos folklores porque ya sabemos del ball de bastons entre nosotros lo que trae. Son unos cafres y uns pocasoltes. Ni 155 ni res de res, nosotos solitos ya vamos directos a la ruina y el batacazo.