La jornada décima de esta Liga extraña pasará a la historia como el Clásico que no fue. Con todos los respetos y elogios que merece el liderazgo del Granada, la victoria del Espanyol ante el Levante o el duelo del Atlético con el Athletic en el Metropolitano, la ausencia del Barça y del Madrid causa una sensación de orfandad o de competición ‘low cost’. Hablo de sensaciones que se detectaban en el universo de tertulias, columnas y programas estrella diarios y semanales. No sé si la competición está preparada para que un equipo fuera del circuito previsto, un ‘black horse’, gane la competición como ocurrió en la Premier británica con la victoria del Leicester hace dos temporadas.
Los Clásicos son la medida de la temperatura futbolística española, también de la política, social y económica. Son una muestra de la válvula de escape para las alegrías y frustraciones nacionales. El Barça juega hoy con el Valladolid de Ronaldo, el mejor jugador que Messi vio en un campo, convertido en prácticamente en dueño y señor del club pucelano.
Esta noche veremos si Valverde ha aprovechado el descanso impuesto para espabilar al equipo. No en el talento más que probado sino en la actitud vencedora, el ímpetu, la velocidad y el desaliento que causaron las catástrofes contra la Roma hace dos años y contra el Liverpool el año pasado. Los títulos no se ganan andando. Es preocupante el dato que el Barça corre menos que sus rivales de Champions.
Publicado en Mundo Deportivo el 29 de octubre de 2019
Sr.Foix: el mundillo de las apuestas y los miles de millones que mueven, está originando extraños resultados…habrá que estar muy al tanto…
Multinacionales con pantalon corto. Pan y futbol. Para ellos caviar y off shore a gogo. Como cogne van a correr mas Sr. Foix!