Si tuviera que aconsejarles una lectura breve que les llevara a la conclusión de que no todos los tiempos pasados fueron mejores, les invitaría a que leyeran las nueve páginas del prólogo de Manuel Chaves Nogales a los relatos de la Guerra Civil que se contienen en el libro A sangre y fuego . Empieza el prólogo diciendo: “Yo era eso que los sociólogos llaman un pequeñoburgués liberal, ciudadano de una república democrática y parlamentaria”.
Chaves Nogales no entró en la categoría de los periodistas más importantes de su tiempo (Sevilla, 1897-Londres, 1944) porque sus relatos se acercaban tanto a la verdad sobre la Guerra Civil que ni vencedores ni vencidos tuvieron el mayor interés para reivindicarle.
Chaves Nogales ofrece la visión de un periodista que decidió no ser sectario en tiempos convulsos
Hace unas semanas se rindió un homenaje a Chaves en la tumba sin nombre en el cementerio londinense de North Sheen. El escritor Andrés Trapiello, el gran divulgador de la figura del periodista sevillano, dijo en el acto en el que se rendía homenaje al 80.º aniversario del exilio republicano: “Tenemos derecho a reclamarle todos, pero quizá con más razón todos los que entienden que Chaves Nogales ha estado en esta tumba durante 50 años, sin lápida, sin fecha y sin nombre, por el empeño que tuvieron dos Españas en sepultarle”. Fue un testigo muy incómodo y el primero que denunció que con extremismos no se construye un país.
Chaves era director del diario Ahora , el de mayor tirada en la República, que intentaba ofrecer una información sin etiquetas previas y sin estar sometida a las censuras que acompañan a todo conflicto armado. La primera víctima de la guerra es la verdad, había proclamado un senador californiano a mediados del siglo XIX.
El prólogo lo escribió en Montrouge (Altos del Sena), entre enero y mayo de 1937. En los nueve capítulos del libro se narran las barbaridades que se cometieron en los dos lados de las trincheras de las dos Españas enfrentadas. Explica por qué abandonó tan pronto España, engrosando la multitud de exiliados que huyeron por razones diversas y desde los dos bandos en lucha. Se fue, dice, cuando tuvo la íntima convicción de que todo estaba perdido y de que ya no había nada que salvar, cuando el terror no le dejaba vivir y la sangre le ahogaba.
Al empezar la guerra un consejo de obreros se incautó del periódico y Chaves se convirtió en el “camarada director”, dejando bien claro que él no era ni revolucionario ni estaba al servicio de las dictaduras que se habían instalado en Roma, Berlín y Moscú. Desde su nueva posición como si fuera un director de un diario soviético vio entonces “convertirse en comunistas fervorosos a muchos reaccionarios y en anarquistas terribles a muchos burgueses acomodados”. “La guerra y el miedo lo justificaban todo”.
Nadie tiene el deber de enfrentarse a los miedos que producen las situaciones inesperadas que transforman a personas de forma tan radical. Ocurrió entonces, ha ocurrido en todos los procesos revolucionarios de la historia y ocurre también ahora cuando en muy poco tiempo se cambia de pensamiento, de ideología o de posición, según soplen los vientos dominantes.
Chaves Nogales afirma dos cosas en este breve e intenso prólogo que me siguen impresionando viniendo de un periodista que no pretendía otra cosa que explicar lo que veía. La primera es que cuando el gobierno de la República abandonó su puesto y se fue a València, abandonó él el suyo, “ni una hora antes ni hora después”. El gobierno se trasladó a València en noviembre de 1936 ante el riesgo de que Madrid cayera en manos de los sublevados. En otro libro sobre el general Miaja, que se quedó al frente de la Junta de Defensa, da cuenta Chaves Nogales de la desconfianza del gobierno de Largo Caballero hacia el general Miaja, que se quedó en las trincheras que defendieron Madrid heroicamente.
Este desplazamiento del poder a Valencia y en octubre de 1937 a Barcelona eran síntomas claros, según Chaves, de que la República estaba a la defensiva y la guerra estaba decantándose a favor de los sublevados.
La segunda observación que hace en este prólogo es que el resultado final no le preocupa demasiado: “No me interesa gran cosa saber que el futuro dictador de España va a salir de un lado u otro de las trincheras. Es igual. El hombre fuerte, el caudillo, el triunfador que al final ha de asentar las posaderas en el charco de sangre de mi país… puede salir indistintamente de uno u otro lado”.
Lo más remarcable de estas afirmaciones es que están escritas en la primavera de 1937, cuando quedaban todavía dos años de guerra y las dos Españas se mataban con la convicción de vencer y aplastar a la otra. Presagia que el nuevo Estado español contará con la confianza de un grupo de potencias europeas que lo van a tolerar. En lo interior, “un gobierno dictatorial que con las armas en la mano obligará a los españoles a trabajar desesperadamente y a pasar hambre sin rechistar durante veinte años”. Chaves Nogales no quiso ser sectario. Por eso ha sido un gran desconocido hasta hace unos años. Se puso las manos en los bolsillos y empezó a andar por aquel mundo que preparaba otra gran guerra. Se sintió libre pero desdichado, hasta morir en Londres en 1944.
Publicado en La Vanguardia el 25 de diciembre de 2019
Estimado Sr Lluis Foix
Soy francés y vivo, al menos por Navidad y fin de año, en Richmond (Inglaterra) cerca de Sheen y particularmente del cementero de North Sheen
Un amigo mío me ha enviado su artículo en La Vanguardia. Muy interesante. Y jo bien seguro he ido a ver la tumba…parte CR número 19…(unamed)…sin nombre…no hay lapida…un poco triste
Le mando una photo del cementerio porque de la tumba no puedo…he propuesto a mi amigo (de broma) de iniciar una suscripción para poner una lápida con el nombre de Chávez Nogales
El le ha tomado en serio y su repuesta fue de decirme de enviar a usted este correo
Sin muchos amigos a ambos campos es muy fácil de desaparecer…con una lápida en Inglaterra…pays creador del Centro de la Unión…podía ser una solución para que se queda un poco en la memoria futura el nombre de este hombre de cualidad
Con mis respetuosos saludos
Y perdóneme el mío aproximado castellano
Bon any per a tots,
Francesc
Sr. Foix : Pienso que la premonición esta en general en la mente humana.
Aunque unos la tienen realmente y otros al contrario no la tienen ni la tendrán nunca.
Recuerdo que mucho antes de producirse el reventón de la burbuja del negocio de la construcción, debido a la gran corrupción especulativa, ibas por la calle y cuando te encontrabas a alguien conocido ó no conocido, casi siempre se solía hablar de la especulación de la construcción y siempre se llegaba al mismo acuerdo de PREMONICIÓN, entre los contertulios, fuesen quienes fuesen, pues todos decian : » Esto acabará malamente «.
Ahora y en este momento se empieza a tener la premonición, que ya tuvo, en aquel entonces, Manuel Chaves Nogales. Pues ya se oye hablar, y se leen comentarios de que este comportamiento político actual, de falta de entendimiento y buen dialogo, entre los políticos actuales, acabará mal.
No se entienden, porque no les da la gana. No saben porque no tienen ninguna experiencia vivida aún. Todos casi, sin excepción lo quieren arreglar todo de golpe y porrazo, cuando la verdadera solución es otra.
Es hablar de coincidencias, intereses económicos y de poder.Y un estira y aploja en el interes de la convivencia y de la union de todos, con todos. No contra todos los que opinan diferente.
Para el buen entendedor ó entendedora idem, que tengan criterio de paz, convivencia y unidad entre humanos.
Justament, ahir vaig acabar la lectura de A Sangre y fuego. Celebro, doncs, el seu article. Certament, he quedat impressionat pel llibre: uns relats colpidors i uns personatges que no te’ls pots treure del cap (entre aquests darrers m’agradaria esmentar la Rosario, el Daniel o en Bigornia). Coincideixo plenament amb la profunda humanitat de Chaves Nogales i la seva denúncia de la violència i la crueltat vingués d’on vingués. Ell, republicà i liberal, rebutjava tota mena de desmesura, inclús la d’aquells que deien defensar la República. Una trista i dramàtica pàgina de la nostra història.
Acabo amb les paraules que tanquen el volum. En referència a un dels personatges, republicà sense ser revolucionari, Chaves escriu: «Y murió batiéndose heroicamente por una causa que no era suya. Su causa, la de la libertad, no había en España quien la defendiese».
En fi…
Sr. Foix : He leido y meditado sobre su artículo … » Libre pero desdichado «. Donde se refiere a Manuel Chaves Nogales y a su premonición de lo que ocurriria en España, en el mundo y en el comportamiento de los humanos de la citada época.
Pienso que existe una sociedad humana del bienestar y de la abundancia, de la opulencia, del despilfarro, de la codicia, de la corrupción, incluso institucional del sistema del propio Estado, que es aceptada y tolerada inpunemente, sin castipo penal adecuado, para esos delítos criminales contra la sociedad entera, porque roba directamente de la caja Fiscal recaudatoria del propio Estado y por ende a todos los ciudadanos cotizantes al propio Estado, que se empobrece al extremo de la quiebra total, con idem de los millones de ciudadanos, de la sociedad del malestar, de la desesperanza, de la escacez y la pobreza, ect., que se empobrecen, ect.
Por lo que he leido, hace ya muchos años, en revistas autorizadas como » The Economist «, ect. Las guerras se crean artificialmente en todas las naciones y lugares del mundo, donde existen yacimientos de petroleo, minerales de todas clases, ect. y citaban : Vietnam, grandes yacimientos de petroleo, Las islas Malvinas, idem, La revista Newsweak, anunciaba que dentro de 10 años habría una guerra en la frontera, entre Iran e Irak. Zona de grandes yacimientos petroliferos, ect. En Africa ocurre lo mismo con sus grandes yacimientos de minerales especiales, diamantes, ect, ect. Y por todo el mundo. Tambien con los minerales uranio, plutonio, ect. llamados vulgarmente nucleares y atómicos, ect.
En otra revista hace muchos años, también lei que la revistas y peliculas pornográficas, las drogas y la fabricación y venta de armas, todo sale de un solo mando.
En fin los dejo para los buenos entendedores ó las buenas idem.
La guerra civil española se hizo por una cuestión de recursos humanos.
La guerra lo embrutece todo, una guerra civil lo embrutece por partida doble.
A buen entendedor…
El Sr. Foix nos ha aplicado un tercer grado de espiritu navideño y de veritee de la buena.
Muchas gracias.