Un gobierno de coalición tiene sus peajes. Pedro Sánchez ha conseguido una investidura gracias al apoyo de su socio mayoritario y coaligado, Unidas Podemos, y la abstención de Esquerra Republicana. Ha empezado a gobernar y ha tomado medidas sobre pensiones y salario mínimo que han sido bien acogidas por una mayoría social.
Antes de llegar a la gran prueba de la aprobación de los presupuestos ya se ve que las diferencias entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias marcarán la legislatura. El paso por el aeropuerto de Madrid de la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, ha causado una crisis que no tiene una importancia muy relativa. Lo que sí cabe remarcar es que las relaciones entre el gobierno de Nicolás Maduro y el gobierno de Pedro Sánchez pasan por la supervisión de Pablo Iglesias.
El ministro de Transporte, José Luis Ábalos, subió a un avión venezolano en el que viajaba la vicepresidenta. También viajaba el ministro de Turismo, Félix Plasencia, nacido en España pero ciudadano venezolano, que podía entrar en territorio español para asistir a la feria de turismo FITUR . El ministro Ábalos subió al avión a medianoche. Las versiones sobre esta visita a la aeronave cambiaron cuatro veces en las últimas veinticuatro horas.
Se ha pasado de la negación de la subida a la nave a reconocer que llegó a hablar con la ministra Rodríguez para disuadirla de que no podía pisar territorio español por prohibición expresa de la Unión Europea. ¿Qué hace un ministro subido a un avión a medianoche para prevenir que la ministra Delcy Rodríguez desembarque?
La oposición ha pedido la dimisión de Ábalos con toda la retórica habitual. El problema no es lo que ocurrió en Barajas en la noche del domingo a lunes. La cuestión está en que el gobierno Sánchez ha cambiado de posición respecto a Venezuela. Fue el primero que hace unos meses declaró oficialmente a Juan Guaidó como presidente legítimo de Venezuela. Lo mismo hicieron la mayoría de la comunidad internacional.
Juan Guaidó escapó de Venezuela hacia Colombia hace diez días. De allí se trasladó a Davos donde se entrevistó con Ángela Merkel, Emmanuel Macron y otros líderes internacionales. Pedro Sánchez ha rechazado reunirse con él cuando llegue a Madrid en las próximas horas.
Al margen del peaje que tiene que pagar por exigencias del socio de coalición, lo paradójico es que un pequeño incidente, de una importancia secundaria, aflore las chispas que van a saltar para cuestiones de más calado en política internacional. Las excelencias del régimen de Maduro han sido cantadas por Pablo Iglesias y los que han colaborado con él en Unidas Podemos.
Juan Guaidó será homenajeado por la oposición de derecha en una manifestación en Madrid este fin de semana. Es normal y legítimo. Lo que no es tan saludable es que la política exterior española respecto a Venezuela esté condicionada por los compromisos inconfesables entre Unidas Podemos y el régimen de Nicolás Maduro.