El turismo no será una de las fuentes principales de ingresos mientras la movilidad esté restringida por el coronavirus
l descenso del turismo en el 2020 ha sido escalofriante. Ha afectado a hoteles, restaurantes, compañías aéreas, venta de coches, pequeño comercio y grandes superficies. Las cifras de paro son insoportables para la juventud que en un 40% no trabaja porque no encuentra empleo. Se dice que la caída del PIB ha sido la peor desde la Guerra Civil.
Transitando por las calles de Barcelona se descubren numerosos carteles ofreciendo el alquiler o la venta de locales. El trabajo de los grafiteros no descansa y ensucia a placer tantas puertas cerradas por inactividad. Esos artistas nocturnos compiten con el feísmo sistemático que practica el Ayuntamiento de Ada Colau, que ha tomado la ciudad como un laboratorio para experimentos de un urbanismo incomprensible para muchos.
Estamos en medio de la crisis producida por el coronavirus y que cambiará la manera de trabajar, de vivir, de relacionarse y de divertirse. Los efectos más siniestros de la pandemia son naturalmente los dos millones de fallecidos en todo el mundo. En Estados Unidos van por los 450.000 y en España manejamos cifras oficiales que no se corresponden con los datos de organismos públicos, también oficiales.
Otra consecuencia perturbadora del coronavirus es la reducción de la movilidad. Mientras no se pueda viajar libremente, el turismo será una excepcionalidad a la que muy pocos tendrán acceso. El panorama es deprimente, pero, a la vez, ofrece y presenta la gran oportunidad para superar las vertientes económicas, sociales y políticas de una crisis tan dura como inesperada.
The Economist ofrece un análisis en veinte puntos elaborado por cincuenta expertos sobre las tendencias que se impondrán a partir de este año. Dice que el teletrabajo ha venido para quedarse, que las oficinas tendrán que adoptar otras funciones, que todas las actividades que se puedan desarrollar de forma telemática sustituirán a los actos presenciales, que las casas se adaptarán a la tecnología, se sofisticarán los servicios a domicilio y que el turismo de entretenimiento volverá con más interacción tecnológica. Vaticina el cierre de la mitad de las tiendas físicas globales, también grandes superficies.
Estamos viendo ya cómo estas tendencias se están imponiendo debido a los trastornos causados por la pandemia. Preparémonos para ser controlados por las tecnologías que nos lo resolverán todo a cambio de que les entreguemos nuestros datos con los que podrán coartar la libertad, el criterio propio y el derecho a equivocarse y a acertar de los humanos. Pero ¿quién controlará a los controladores?
Publicado en La Vanguardia el 5 de febrero de 2020
Por favor, no caigamos en el desanimo y la depresión.
La humanidad, la sociedad, el eser humano,…. siempre ha superado las peores situaciones de la historia que conocemos.
Si, estamos un tanto desengañados de Europa, esperábamos mas de la Unión. Pero siempre hay un pero y yo confío en que reaccionará y saldremos fortalecidos de esta nefasta situación.
Cuando digo reaccionará, leed por favor reaccionaremos, nos costará un gran esfuerzo y lograremos salir adelante.
Los grandes retos precisan de dedicación y firmeza para conseguir la meta. Creo que estamos preparados para lograrlo. Como nunca.
Asi que, com diem a Lleida, ENDAVANT !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Si senyor, ànims i endavant!!!
Gracies Àfrica i mans a la feina.
Som-hi!!
Sr. Foix : En el mes de Marzo del año 2020, y antes de la declaración oficial de la Pandemia del Covit-19, se me ocurriópensar, que la economía española, dependía demasiado totalmente, de la industria turistica. Por tierra, Mar y Aire, en todo y para todo.
Tambien pense que adquiriamos la casi totalidad de artículos de consumo personal, … fabricados en su mayoría en el sudeste asiático ó en China.
Y que si algun día el turismo, dejaba de venir, lo pasariamos m uy mal. porque además no estabamos fabricando ningun artículo de consumo personal, ect.
Si queriamos crear puestos de trabajo, consumidores y cotizantes al Estado y a la Seguridad Social, deberiamos volver a fabricar todo lo que consumimos.
Cuando llego el día de la declaración de laPandemia, enseguida pense que, dejarían de venir 80 millones de turistas a España, que dejarían por lo tanto de consumir, ect. y como resultado … vendria posiblemente una ambruna. Por la falta de ingresos dinerarios. para algunos muchisimos. No todos. Mientras a otros les sobrarían los ingresos.
Rusia ofrece a la UE su vacuna Sputnik. Alemania lo estudia. Boris fuera de la Union esta vacunando a piñon.
Borrel insta a Rusia liberar a Navalni i el de exteriores ruso le pregunta por nuestros politicos presos.
El 14F sera un fiasco inenarrable.
La ruina social, moral, sanitaria, economica, laboral y tal y tal esta aqui mismo.
No habra kk para todos y el gran hermano controlara su distribucion y se perseguira el estraperlo de la preciada materia.
Bon cap de setmana(!)
Decepción tremenda con cómo Europa ha gestionado la pandemia. No teníamos que inventar nada, simplemente copiar a los países asiáticos que tenían experiencia previa de pandemias anteriores recientes. No lo hemos hecho. La campaña de vacunación: un p### desastre. Inexistente utilización de apps para el rastreo porque la privacidad y la protección de datos están por encima de la vida. Eso sí, luego la gente no tiene reparos en instalarse aplicaciones dudosas de origen ruso o chino para filtros fotográficos chorras para los selfies, acceptando términos y condiciones que ni leen ni saben a dónde van a parar sus datos. Y lo último es que tengan que venir los rusos con la Sputnik V a salvarnos porque Europa no tiene vacunas propias y el 2021 se nos va por el sumidero económico. La Ursula diciendo que les ha pillado desprevenidos porque todo el 2020 para prepararse no ha sido suficiente. Decepción es poco.
Lo que está claro,David, es que solo lamernos las heridas no nos va a ayudar mucho.
Caña fuerte a los que nos ( des) gobiernan y buscar soluciones,ya!
Toda la razón en este artículo.
El problema es que se generará desolación por haber apostado por el turismo y quedan afectados durante tanto tiempo como dure el miedo a enfermar que ni las vacunas masivas lo mitigarán.
Hoteles, bares, restaurantes, taxis, tiendas especializadas en souvenirs quedan afectadas con el efecto arrastre que lleva a sus servicios aparejados. Menos consumo igual a menos ingresos y entramos en la espiral descendente de menos ingresos igual a ,menos gasto.
No se trata de hallar culpables, equivocamos el camino y ahora a corregir con políticas de austeridad que aumentarán si cabe el paro juvenil.
Los fondos que se recibirán se emplearán en grandes proyectos impulsando la política de anticontaminación proyectados por consultoras con intereses específicos en proyectos discutibles para corregir el cambio climático y forzar la descontaminación y achatarrar millones de vehículos con motor a combustión.
Mis dudas son si este es el único camino. Entiendo que prohibir circular a quien no pueda adquirir debido a la crisis que ya tenemos encima, un vehículo a combustión es empobrecer todavía mas a la población con escasos recursos.
Por la edad, aún recuerdo políticas posteriores a la guerra civil que fueron útiles para llevar a nuestra sociedad a un nivel de clase media aceptable.
Por poner un ejemplo, la obligación que se impuso a las empresas a los porcentajes de aprendices en función de su plantilla.
Costes de Seguridad Social incompatibles con la creación de empleo.
Industrialización autónoma para corregir el problema de gasto de importaciones.
Apoyo incondicional a las empresas innovadoras en inteligencia artificial en especial la detección precoz de cáncer y no dejarlo en manos de las multinacionales que ahora se aprovechan de los avances autónomos para aprovecharse de ellos.
En fín, entiendo que hasta que no nos demos cuenta de que es necesaria una economía post guerra contra el virus, mucho vamos a tardar en recuperarnos.
Pues será cuestión de espabilar.Intentar aprender de los errores y mirar de tirar hacia adelante…..no sé cómo pero algo se tendrá que hacer.