Al confirmarse la derrota de España ante Francia (1-2) se dispararon varios cohetes en el ‘upper Diagonal’, el barrio burgués del que habla Cristian Segura en su libro ‘Gent d’ordre’. Entendí que eran independentistas que se alegraban de que la Nations League la conquistaran los ‘bleus’ del entrenador Didier Deschamps. Pero no estaba tan seguro porque las emisoras del madridismo también justificaban el presunto fuera de juego de Mbappé mostrando su inconfesable pero íntima satisfacción porque Luis Enrique había perdido su primera final como seleccionador español.
Las emociones nacionalistas son inevitables en todos los ámbitos pero en el mundo del fútbol son más primarias y contradictorias. El independentismo catalán muestra su regocijo sin complejos cuando la Roja pierde. Nada nuevo. Pero el nacionalismo español más rancio, el que identifica España con Madrid y Madrid con España, según Díaz Ayuso, no acepta que un asturiano que ganó un triplete como entrenador del Barça, ex jugador del Real Madrid, haya osado varias veces no convocar a ningún jugador blanco en la selección española. Es una afrenta indisimulada por el núcleo duro de las tertulias descaradamente madridistas.
No sé si Luis Enrique acierta o no en una decisión bastante insólita. Pero tiene su criterio y lo defiende al margen de la presión mediática a la que está sometido. Lo cierto es que ha construido una selección competente que llegó a la ‘semi’ de la Eurocopa perdiendo ante Italia y el domingo pudo muy bien conseguir el título jugando de tú a tú con la selección francesa, campeona del mundo y de Europa. Su fuerza, como la de Vicente del Bosque en su tiempo, está en la competitividad de la selección que él decida.
Publicado en Mundo Deportivo el 12 de octubre de 2021
El futuro es, siempre, incierto. Una dificultad para disminuir el riesgo sería la comprensión de que somos una única especie con los mismos problemas en todas partes. La existencia de identidades nacionales, culturales y religiosas es fruto de un pensamiento irracional, necesario para sobrevivir en la naturaleza. Sin embargo, ya no vivimos en la naturaleza. Una especie que ocupa todo el planeta no puede actuar como una suma de tribus. El reto es desconectarnos de nuestra pulsión emocional primaria, controlar las emociones.
El deporte es una expresión del nacionalismo, del soberanismo o de una identidad ideológica, como el capitalismo y el comunismo. La historia de los JJ.OO. lo demuestra.
Estamos en una fase infantil del desarrollo cognitivo humano. No comprendemos que el futuro depende de tomar decisiones que reduzcan el riesgo y aumenten las opciones. Un sistema centralizado no es bueno, no para que cada uno haga lo que quiera, sino para generar más opciones. Luego, la decisión se tomará a nivel global. La covid19 muestra la mezcla de estas ideas. Nadie consiguió un resultado óptimo, pero sí la suma de los aciertos. Dejando de lado, la miserable conducta de los países ricos respecto de los más pobres. Un darwinismo primario e idiota.
Un nacionalisma que depengui de un sport,es un mal entes nacionalisma.
Acusar de colonialistes, ultranacionalistes, annexionistes… els qui no ens sentim nacionalistes d’enlloc desqualifica tot el comentari.
DIA DE LA RAZA. ROJA ULTRANACIONALISTA
1.- “El independentismo catalán muestra su regocijo sin complejos cuando la Roja pierde”. Per què? Perquè és una resposta comprensible i cívica a l’ultranacionalisme espanyolista de la Roja -i els seus aparells polític i mediàtic-que impedeix que Catalunya tingui la seva pròpia selecció nacional en els diversos esports. Com la tenen Escòcia, Irlanda, Gales… Anglaterra.
2.- Hi ha un anomenat nacionalisme que no es nacionalisme quan la pràctica i l’objectiu del seu plantejament consisteix en que el seu poble o nació tingui un estat propi. Llavors, per honradesa intel·lectual, cal parlar de sobiranisme, no de nacionalisme. El sobiranisme català vol que la relació entre Catalunya i Espanya es basi sobre la democràcia, la llibertat, la solidaritat i el respecte a la mútua sobirania d’ambdós pobles. El sobiranisme català vol aconseguir aquest objectiu a les urnes, no per la via de la repressió o de les enquestes.
3.- L’experiència mostra que els que neguen ser nacionalistes acostumen a ser ultra nacionalistes. Colonialistes, annexionistes. Des de dirigents i gent de PSOE a VOX. Cal tenir-ho en compte aquest 12 d’octubre, el franquista Dia de la Raza de la nostra infantesa.
Intenta vd. hablar con educación y buenas palabras, pero detrás no hay más que un fanático que representa todas aquellas cosas que vd. curiosamente denuncia. Se cree vd. en posesión de la verdad y de la única forma de sentirse catalán y/o español. Desde luego yo no viviría ni 1 minuto en un país que quedara configurado por mentes pensantes como la suya.
Le aconsejo que viaje, mire, observe y lea mucho más, pero no las cosas sólo de su mundo, pues se está vd. perdiendo mucho.
Para terminar, decirle que leo todos y cada uno de sus comentarios y lo más que me despiertan es tristeza.
Un saludo.