El prestigio del Barça no es solo un decorado que se exhibe en las vitrinas del museo y en la más que centenaria historia del club. El prestigio exige un baño de realismo para aceptar que los grandes éxitos de este siglo son ahora inalcanzables.
Mientras Laporta, la Junta, el entrenador, los jugadores y el barcelonismo en general no acepten que hay que cambiar radicalmente de registro, los disgustos se van a repetir con una frecuencia inusitada. La marcha de Messi, Suárez, Griezmann ha dejado un vacío que no llena ni los experimentos de la juventud que promete ni el talento de los veteranos que un día conquistaron las mayores glorias.
Es impresentable que un grupo de aficionados golpeen el coche de Koeman al abandonar el Camp Nou tras ser derrotado por el Madrid. El problema no es Koeman sino el voluntarismo de un presidente que ha jugado a los dados con la continuidad del técnico desde el mismo momento que fue elegido en segundo mandato. Laporta hace bien en personarse en el vestuario antes de los grandes partidos.
Pero lo que necesita el equipo es saber si el míster puede aguantar dos derrotas seguidas en el puesto. Y los jugadores tienen que administrar el talento con tres variantes que marcan el fútbol europeo de hoy: preparación física, velocidad y fuerza. Que Piqué marque el único gol de la victoria ante el Dinamo está muy bien.
Pero si los goles tienen que venir de los defensas es que hay que cambiar el esquema de arriba abajo. Hay que prepararse para tiempos duros. Pero cuidado con los falsos maquillajes y con los prestigios almacenados en una realidad que hoy es inexistente. Para ello, claro está, es imprescindible la solvencia económica. Y alerta ante la tentación de lo más fácil: quitar protagonismo al socio y abrir las compuertas de capitales internacionales masivos para rescatar a un club en apuros.
Publicado en Mundo Deportivo el 26 de octubre de 2021
Bon dia Lluis,
Quien no puede compartir el contenido de tu articulo…
La cuestion es simple, y no de estos ultimos meses, quizas desde hace algunos años: BARÇA: QUO VADIS???.
Mas alla del juego, de los entrenadores y otros es poner el BARÇA en mayusculas por delante de todo y cuestionarse y diferenciar: gestion, gobernanza y propiedad.
No podemos a causa de una gestion discutible cuestionar la propiedad, pero no tenemos de tener miedo de afrontar una revision de todo lo que se refiere al Club, como debe hacerse en cualquier empresa o proyecto en cualquier ambito de la vida.
Un abrazo Lluis, y a veure si aquest proper cap de setmana plou, que la terra te sed…
Bon dia,
Brunet de Bellmunt