La era de Xavi Hernández ha empezado con grandes expectativas. Un recibimiento apoteósico, un programa de exigencias espartanas en el vestuario, orden, trabajo y resultados. Tiene carta blanca para levantar el ánimo de un equipo que está colgado a mitad de la tabla y a once puntos del líder.
La decisión más inesperada es el fichaje de Dani Alves que a partir de enero podrá jugar en el equipo en el que cosechó éxitos espectaculares. Tiene 38 años, una edad que, en fútbol, es crepuscular. Le queda la última milla que se me antoja que será más como animador entusiasta que como aquel carrilero veloz que servía balones que Ronaldinho, Eto’o o Messi transformaban en goles.
Se puede recordar la cesión de Edgar Davids, el neerlandés de 31 años, que significó el inicio de la era más victoriosa del Barça cuando se incorporó al equipo entrenado por Frank Rijkaard– con él empezó todo- en enero de 2004. El Barça, presidido por Laporta, distaba 18 puntos del Madrid y acabó la temporada a dos por encima. Davids se fue al terminar la temporada pero insufló una moral de victoria que duró hasta la marcha de Messi al PSG hace unos meses. Dani Alves no es la solución pero sí puede convertirse en algo así como el vocalista de una orquesta de habaneras a finales de verano para que el ambiente no decaiga.
Lo importante es el plantel de jóvenes que han ocupado la titularidad con menos de 20 años y que generacionalmente podrían ser hijos de Alves. Me refiero a Ansu Fati a Gavi y a Nico, entre muchos otros. Luis Enrique apostó por Gavi, 17 años, pieza clave en las victorias ante Grecia y Suecia. Soltura, rapidez y talento. También ambición y pasión. El Barça tiene que despertar al mundo real, el de la competitividad y esfuerzo. Comienza el sábado con el Espanyol. Xavi hará bien en desterrar el pluriempleo del vestuario.
Publicado en Mundo Deportivo el 16 de noviembre de 2021
Se ve que no llegan a final de mes y tienen que pluriemplearse. El adocenamiento de algunos veteranos del Barça es evidente.
No se si Xavi tiene la caña y la flor de Luis Enrique, habra que darle margen.
Siempre hay que confiar y para bien en un tarrasense!
Ja ho vorem!