Un error de un diputado del PP ha hecho algo más que aprobar la reforma laboral de la incansable ministra Yolanda Díaz, la líder de Unidas Podemos y vicepresidenta del gobierno. El suspense de la confusión de la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, levantó aplausos en los que votaron en contra y a renglón seguido la euforia se trasladó en la bancada del gobierno y los partidos pequeños que se pusieron en el bando de Pedro Sánchez. Una victoria por los pelos pero problemática.
Empieza una larga discusión sobre la validez de la votación, la acusación de pucherazo y todas las derivadas de un escrutinio de infarto. Pero lo cierto es que la reforma ha sido aprobada aunque sea accidentalmente. Es una victoria del gobierno pero también una sacudida en las alianzas que se forjaron en el debate de investidura.
ERC y PNV votaron en contra a pesar de la persistencia de Yolanda Díaz en que no se descolgaran de la posición del gobierno. Estos dos partidos votando en contra demuestran que no son imprescindibles para la gobernabilidad en lo que queda de legislatura. Pero, a la vez, la amalgama de formaciones que han votado sí lo han hecho por intereses particulares y por entender que la reforma era buena dado que tenía el sello de conformidad de Sindicatos y la Patronal.
Se ha roto la alianza compacta de la investidura y comienza una etapa más compleja para gobernar y aprobar leyes. Sánchez ha restado protagonismo triunfalista a Yolanda Díaz que no pudo convencer a los republicanos catalanes y al PNV que votaran con el gobierno. Ha sido una victoria de circunstancias que obligará a juegos malabares de Pedro Sánchez de ahora en adelante. El hecho de que Ciudadanos se haya sumado a la reforma electoral complica la posición de ERC y PNV a partir de ahora con el gobierno.
Lo que ha ocurrido con los dos diputados navarros del UPN abre una crisis en el partido regionalista que tendrá consecuencias en la gobernabilidad de la comunidad. El no de Bildu complica también el panorama político vasco.
No ha sido una votación sobre un decreto concreto sino una ruptura de la mayoría de la investidura. A partir de ahora el gobierno tendrá que ganar las votaciones mendigando los votos a pequeños partidos que no dan su apoyo por razones ideológicas o partidarias sino por intereses de sus propias circunscripciones. Es muy lógico.
Las elecciones del domingo en Castilla y León ofrecerán más pistas sobre la solidez del gobierno de Sánchez en lo que queda de legislatura. La aprobación de la reforma electoral de manera tan ajustada tiene aires de victoria pírrica.
Las reformas que se demuestren que son un avance para el pais, deben votarse. En caso contrario es frentismo, tactismo, y hacer que el pais se retrase como minimo 4 años mas.
Me sorprende el artículo de hoy. Acaso existe algún partido que no tenga intereses? ERC ha votado no por intereses, no precisamente a favor de los trabajadores, hay otros motivos detrás. En la vida pequeños detalles cambian el escenario.
Por cierto la ley de reforma fue aprobada con el apoyo de la antigua CiU. Neoliberales de pro que ahora no se sabe que son. ERC y Bildu desean debilitar el gobierno de España para tener más posibilidades de obtener la independencia. Es un objetivo legítimo, claro que entonces resulta absurda la supuesta coalición, y el conflicto no sé resolverá con diálogo porque ninguna de las partes cederá en lo que les destruiría como partidos. Poco les importan los ciudadanos y ciudadanas de Catalunya y de España.
La ley de reforma del PP, la anterior. No la.de ahora
Hablabamos de la estabilidad de Portugal y del vaiven en las españas (Catalunya incluida) y para redondear se produce el fiasco de hoy en el Congreso. La Maritxell se ha lucido tambien.
Aixo no va ni em rodes.
Los medios de comunicacion(?) y las redes fecales iran a piñon pero estto no hace mas que empeorar.
Lo de Juvilla en el Parlament con la geganta arrugandose tambien tiene tela. Parece ser que desde el 28 del mes pasado el de la CUP ya no era diputado.
Cuarenta y dos años despues seguimos sin ley electoral propia y dependemos de la JEC.
Ganduls!