Cuatro victorias consecutivas señalan que el Barça puede llegar a ser segundo en la Liga, detrás del Madrid, en un final de temporada en el que Xavi Hernández ha construido un equipo que intenta suplir la marcha de Leo Messi. No está de más recordar que el gran Barça de todos los tiempos es el Barça de Messi. Pero también hay que tener en cuenta que la institución está por encima de las personas, incluso de las más emblemáticas.
El Barça de Xavi ha recuperado la ilusión a corto plazo en el sentido de volver a ocupar los lugares en la tabla que históricamente ha ostentado. Estando así las cosas, el objetivo de esta temporada es conquistar por primera vez la Europa League, la competición de los segundones descartados de la Champions. No estaría mal.
Pero lo importante es pensar en el medio y largo plazo. Al Barça no le puede ocurrir lo que les pasó al Milan y al Inter, que bajaron varios peldaños en el ránking de la excelencia europea. Los fichajes de Adama, Ferran y Aubameyang van en esta dirección. El futuro de Dembélé es una incógnita pero su papel en el campo es determinante como se ha demostrado desde que Xavi lo ha sacado de un incomprensible ostracismo.
Se está poniendo gran énfasis en fichar delanteros pero es la defensa lo que hay que fortalecer. Piqué es un gran central, tiene la experiencia de los triunfos de la era Messi, pero no es una apuesta de futuro. Dani Alves es competitivo en entusiasmo pero le falla la velocidad en las carreras cruciales ante adversarios más jóvenes y más rápidos. Alba está haciendo una gran temporada y es un referente para los Araujo, Eric Garcia y los jóvenes que ingresen en la defensa. Pedri es un valor seguro que se puede convertir en el Iniesta de los tiempos actuales. Ansu Fati sigue en la lista de los imprescindibles, resueltas las lesiones. Se ha superado la depresión emocional y de resultados de la primera vuelta. Hay que pensar en acabar bien la temporada pero, sobre todo, en dibujar un futuro de campeones.
Publicado en Mundo Deportivo el 8 de marzo de 2022