El realismo se ha instalado en el Barça de Xavi Hernández mientras el triunfalismo cabalga a sus anchas en el Barça de Alexia Putellas. Enhorabuena a las futbolistas que son la referencia en Europa. Es un hecho incontestable que Xavi ha conseguido en la Liga diez victorias, cuatro empates y una derrota. El domingo resolvió el encuentro contra Osasuna en media hora. Ferran Torres se reivindicó y Dembélé demostró que es una pieza clave para fabricar goles.
El Barça ha verticalizado su estilo con mayor velocidad y precisión. Se ha rejuvenecido y corre con los pies ligeros. Riqui Puig marcó un gol y Gavi se perfila como indispensable. No hay el talento ni la seguridad en la victoria como cuando Messi decidía las triunfos, a veces por su cuenta, con disparos letales a balón parado.
Hay que construir un Barça sin Messi que será menos vistoso y menos viral pero podrá medirse con los más grandes de Europa si la tendencia impuesta por Xavi se consolida. La caída del PSG ante el Madrid no es un fracaso de Messi sino un error conceptual de los dueños del equipo parisino que pensaron que con abocar cientos de millones de euros en el vestuario se conquistaría la Champions. No es tan simple. Messi no puede tener un final decadente. Nunca un solo jugador decidió tanto y durante tantos años la época dorada del Barça. El Galatasaray, el Madrid y el Sevilla, los tres próximos adversarios, tendrían que confirmar la tendencia.
Publicado en Mundo Deportivo el 15 de marzo de 2022