Un funeral de Estado fue tributado a Silvio Berlusconi en el espectacular Duomo de Milán. Italia vivió un día de emociones al despedir a un hombre que fue cuatro veces primer ministro, triunfó en los negocios, ganó cuatro Champions con el Milan, que fue de su propiedad, revolucionó la televisión con un producto tan vulgar como populista, fue juzgado y condenado en varias ocasiones y para muchos italianos era Il Cavaliere .
Berlusconi se burló de la política y de sus protocolos. No tenía miedo al ridículo, que lo convertía en un activo aireado por el imperio periodístico que él mismo fundó, con un notable éxito de audiencia. Su riqueza era insultante. Cuando alguien le pidió que se fuera a casa y abandonara la política contestó que no sabía a cuál de sus veintidós mansiones debía ir. Alardeaba de sus desenfrenos.
El personaje fue el más votado por millones de italianos durante casi treinta años. Su ego era de dimensiones estratosféricas. Cuando en 1994 llegó al poder, recogía una Italia que no había digerido todavía el trastorno de la corrupción y la severa actuación de los jueces para frenarla. Berlusconi representaba una ruptura con el país en el que Giulio Andreotti había manejado el poder desde el Gobierno o desde la sombra. De las sutilezas y de las intrigas se pasó a la brocha gorda del “hombre del pueblo”, el primer gran populista de la Europa de la posguerra.
Al funeral de Estado asistieron solo dos jefes de Gobierno: Viktor Orbán de Hungría y el emir de Qatar. El mensaje de Putin fue amical y caluroso. Berlusconi se jactaba de su amistad con el presidente ruso y en plena invasión de Ucrania apoyó las tesis del Kremlin sobre la guerra y criticó la resistencia de Zelenski.
Berlusconi, como todos los populistas, Trump entre ellos, tenía una obsesión con la prensa. Insultaba a los críticos y pedía obediencia ciega a los periodistas que trabajaban en sus medios. Montanelli fundó Il Giornale de Milán, que fue comprado posteriormente por Berlusconi. El mítico periodista le plantó cara y abandonó el diario reencontrando a su vasta audiencia en el Corriere della Sera.
Su legado no es tanto la gestión de sus gobiernos sino el talante y las maneras de ejercer el poder, explotando las emociones de sus votantes. La fórmula ha arraigado en muchas democracias europeas.
Publicado en La Vanguardia el 16 de junio de 2023
Jo voto a la persona.El sistema actual de votar es totalment anacronic.El ciutada no es veu representat per lo que vota.Llistas obertas.Lo actual es un frau.
Que os bombin a tots! ha dicho el exalcalde Trias i Vidal de LLobatera.
Yo lo vote y de independentista les dire que res de res, pero me parece un barceloni assenyat i experimentat.
Hoy merced a un golpe bajo el señor Trias no ha revalidado como alcalde.
Llevaba yo varias citas sin acudir a las urnas, pero esta vez si que fui por una cuestion de emergencia.
Les digo que a mi ya no me pillan delante de una urna.
Ja se ho faran!
Robert Kennedy Jr. promete liberar a Assange y dedicarle una estatua a Snowden en Washington
La cobertura y boato que la Iglesia Catolica Italiana le ha dado en forma y fondo al funeral de Silvio Berlusconi es de sonrojo.