En la Ucrania actualmente castigada por la guerra aún viven personas de más de noventa años que, mientras tratan de protegerse en los refugios de las bombas rusas, todavía recuerdan la invasión alemana de 1941. La historia y la literatura nos han transmitido las matanzas de Hitler, cientos de miles de judíos fueron asesinados por los nazis, en el barranco de Babi Yar en las afueras de Kyiv, y el exterminio de los ucranianos que resistían la invasión alemana. Y, a la vez, el espectro brutal de las hambrunas decretadas por Stalin y las deportaciones masivas del dictador que dejaron a Ucrania desolada.
Junto a las fosas comunes que se pueden encontrar en muchas ciudades ucranianas –creadas por las unidades especiales de Hitler o por las órdenes de Stalin– se han abierto otras nuevas como consecuencia de esta guerra, cuyas estimaciones de muertos rusos y ucranianos se elevan a cientos de miles. La barbarie humana se repite de forma cíclica y cruel. Ninguna guerra tiene sentido.
Millones de polacos y ucranianos murieron en campos de batalla en las dos grandes guerras incubadas en Europa en el siglo pasado. Decía Metternich en el Congreso de Viena, tras la derrota de Napoleón en Waterloo (1815), que una Europa central fuerte es un requisito previo para la estabilidad europea.
No sé si somos del todo conscientes de que estamos en guerra contra la Rusia de Putin, guerra que se desarrolla desesperadamente en el frente del Donbass ucraniano y en los puntos en los que llegan misiles rusos o drones ucranianos, con muerte y destrucción en ambos bandos. Los ministros de Exteriores de la UE se reunieron en Kyiv el lunes. Josep Borrell, el diplomático mayor de la Unión, declaró solemnemente que la guerra en Ucrania es una “amenaza existencial para Europa y tenemos que actuar en consecuencia”.
El Gobierno de Pedro Sánchez ha optado por estar al lado de los aliados, pero en su propio Gobierno interino hay disensiones sobre la participación en una guerra que será larga, dura y con consecuencias imprevisibles.
Los apaciguadores, los Chamberlain actuales, cargan las culpas sobre Europa y Occidente, y vaticinan que la guerra acabará cuando Ucrania deje de recibir ayuda de los aliados occidentales. La izquierda radical se ha cansado de repetir que la responsabilidad de cuanto ocurre es de Europa. Pero igualmente se puede decir que el conflicto terminará cuando Putin se retire de los territorios anexionados ilegalmente a partir del 2014, en la península de Crimea y en las dos provincias de Donbass en las que se ha practicado la vieja y conocida máxima explicitada por Putin de que allí donde hay rusos, aquello es Rusia.
Las elecciones en Eslovaquia llevan a la formación de un gobierno de Robert Fico, alineado con Viktor Orbán, los dos simpatizantes de Putin y partidarios de suspender las ayudas a Kyiv. Una posible vuelta de Trump a la Casa Blanca significaría el fin de la partida y, a la vez, según Karl Schlögel, la capitulación de Europa y Occidente ante la vulneración del derecho internacional y la victoria del autoritarismo sobre la libertad.
Es la estrategia que muchos ucranianos han padecido y que consiste en aniquilar un Estado para que desaparezca culturalmente una nación que quiere ser independiente del Kremlin. Un día se va a negociar la paz o el armisticio. Pero no hay que descartar que en esa mesa no esté Putin ni posiblemente Zelenski. En cualquier caso, la reconciliación emocional entre ucranianos y rusos tardará generaciones en llegar.
Publicado en La Vanguardia el 4 de octubre de 2023
Cain y Abel son iguales. L por los siglos de los siglos. la guerra esta garantizada.
Pienso que el ser humano, aun no es inteligente total.
Pues en estas recientes muertes, que ha habido en España, en las discotecas, ect. se demuestra la mentalidad y la inteligencia del ser humano.
Tenemos miedo a la muerte por el fuego, pero no pensamos en la muerte por la falta de oxigeno en la atmosfera.
Y por ello, no lo hemos prevenido ni evitado convenientemente.
El AIRE y el OXIGENO de la Atmosfera, es invisible y para nosotros, no existe en nuestra mente, como problema de muerte.
En cambio el fuego es visible y extste visualmente, en nuestra mente.
Aqui yace el error nuetro al juzgar y decidir la prioridad.
FUEGO, y ATMOSFERA de AIRE Y OXIGENO.
That is the question.
¡ algu mènten o interpreta, aixo de la falta de oxigen ‘?
En la inauguracion de esta etapa del Sinodo, hoy el Papa Francisco ha señalado el declive occidental.
Este Occidente que anima y surte una guerra en Europa.
No anem be.
Temores y temblores Sr. Foix.
Nunca, nunca una guerra ha tenido razón de ser.
No sirven las razones legales, solo que la legalidad y el derecho tiene el mismo alcance que los cañones (padre Vitoria dixit)
Si ponemos en ambos lados de la balanza a Rusia y a EEUU, que permitió USA en la crisis de los misiles? Tiene derecho Rusia a protegerse de una organización que, bajo la dirección de USA, avanza hasta rodear completamente a Rusia.
Esta avisó y se rieron. Retiró sus tropas iniciales sobre Kiev con la oferta de Ucrania de renunciar al ingreso en la OTANy tras firmar el acuerdo destrozó los tanques que esperaban para volver a Rusia.
Vayamos ayudando a Ucrania hasta el fin. Mientras no se maten soldados de la OTAN, o Estadounidenses, no importan ni la carne de cañón rusa o ucraniana.
No sirve decir que el derecho es fuente de muertos. Es mas fácil creer en la palabra que ee sinónimo de dignidad.
Por cierto, la OTAN no es una organización defensiva de los países miembros? No aseguró de palabra que no se ampliaría a los países ex URSS?
Vuelvo al principio, Ninguna guerra es justificable salvo por intereses espúreos.
Donde queda la dignidad de Europa tras ver cono sus socios vuelan los oleoductos?