El traspaso de brazalete de capitán de Pedri a Gavi es el símbolo más emblemático de que entre chavales anda el juego.
El cambio de ritmo en el Barça tiene que ver con la forma en que Flick ha sabido sacar partido de un equipo que combina la juventud, la madurez y el talento. Al terminar el 5-1 contra el Sevilla, la media de edad era de 20,6 años. No sé si hay estadísticas al respecto pero sospecho que es de los conjuntos más jóvenes en la más que centenaria historia del Barça. El traspaso de brazalete de capitán de Pedri (21) a Gavi (20) es el símbolo más emblemático de que entre chavales anda el juego.
El destino ha querido que este plantel incubado en La Masia haya salvado al equipo en tiempos de penurias y caos económico. La goleada al Sevilla de Pimienta, con una larga experiencia precisamente en el fútbol base del Barça, no es obra solo de los jóvenes que acaban de llegar a la mayoría de edad sino del contrafuerte de veteranos como Lewandowski y Raphinha que han conseguido confraternizar con muchos que acaban de cruzar la adolescencia.
El comienzo de curso no podía ser más feliz futbolísticamente hablando. Pero hay que hacer camino al andar, como dijo el poeta, y afrontar los retos en cada encuentro. Todos son decisivos. Esta semana no va a llegar el fin del mundo. Pero medirse al Bayern, sí, aquel que endilgó ocho goles en Lisboa siendo Flick el entrenador en 2020, es algo así como una reválida para los jóvenes muchachos.
Y luego vendrá el sábado en el Bernabéu de Ancelotti, de Mbappé, de Vinicius y miles de decenas de merengues que podrán gritar todo lo que quieran, aunque sea de noche, para amedrentar a una juventud que se está comportando con una madurez inopinada. La semana se presenta incierta pero muy interesante.
Publicado en Mundo Deportivo el 22 de octubre de 2024
