Donald Trump ha vuelto al frente de un movimiento político conservador que se ha impuesto al ideario demócrata que representa a las élites, los intelectuales, las celebridades de Hollywood, cantantes, escritores y todo lo que significa la cultura woke. Ha sido el más votado, ha conseguido la mayoría en el Senado, tiene un Tribunal Supremo conservador y ha afirmado que las promesas hechas en la larga campaña serán cumplidas.
Entre ellas figuran las deportaciones masivas de emigrantes, perseguir y juzgar a sus enemigos y otras exageraciones electorales que no podrá cumplir sin trastocar las instituciones democráticas. Trump ha contado con la alianza de Elon Musk, el hombre más rico del mundo, dueño de la red social X, que ha utilizado profusamente en favor del presidente electo, y un pionero privado en las exploraciones espaciales, un hombre del futuro. Trump ha ganado cosechando muchos votos en las clases medias, las minorías latinas, asiáticas y barrios urbanos de trabajadores.
El populismo de Trump ha sido votado por una mayoría de norteamericanos a los que no les gustaban la marcha de la economía nacional, la inmigración descontrolada y las guerras que apoyaban en Ucrania y Oriente Medio. Su victoria representa un cambio de rasante en el papel de Estados Unidos en el mundo. Habrá que ver si Trump decidirá seguir siendo primum inter pares entre las democracias liberales o acercarse a la célebre doctrina Monroe de “América para los americanos”, lo que el presidente electo califica como la época dorada de América.
Ante la posible deriva autoritaria de la nueva presidencia será el momento de los mecanismos de autocorrección del sistema que se centran en los tribunales, los medios de comunicación independientes y la libertad de pensamiento en las universidades. El papel de las redes sociales puede ser distorsionador.
Europa queda desconcertada a merced de las políticas de Trump respecto a la seguridad, la OTAN y Ucrania. Netanyahu podrá tener cobertura para enfrentarse con Irán. Putin estará más que satisfecho. China seguirá siendo la mayor fábrica global. Y el Partido Demócrata, por su parte, tendrá que reformular sus políticas y prepararse para resistir la embestida populista que se avecina. El trumpismo ha ganado.
Publicado en La Vanguardia el 7 de noviembre de 2024
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Ni mas ni menos. Verguenza para los supuestos progres USA y estupefaccion general. El Donaldo ho a tornat a fer!
El Sr. Foix no puede evitar nombrar al presidente ruso. Res a veure.
Dos cap d’estats incriminats manen en una guerra. Un diu que acabarà amb la guerres en dos mesos. Veurem. La por és que faci la última.
Els demòcrates van posar els USA en tots el conflictes mundials des de la Primera Guerra Mundial. Es que els recolzen les empreses armamentístiques? I ewls republicans en que quins es recolzen? NO es tant simple peròp va be no oblidar-ho.