El Papa fue recibido en Gran Bretaña con la hostilidad de ateos, anticatólicos, librepensadores y personas que se manifestaron con las acusaciones habituales de homofobia, machismo, reacción y otros tópicos que son habituales en un mundo en el que la religión pretende ser expulsada del espacio público.
Benedicto XVI abandonó Inglaterra y Escocia con un reconocimiento generalizado de que la visita había cambiado la percepción de un Papa que se había expresado con claridad sobre la doctrina católica y había respetado la singularidad de un país en el que la Reina es la cabeza de la Iglesia Anglicana.
En su vuelo a Escocia dijo a los periodistas que «todos los países occidentales tienen, cada uno en su forma específica, según su propia historia, fuertes corrientes anticlericales o anticatólicas, pero también siempre con una fuerte presencia de la fe». Hizo muchas referencias a la conciliación entre razón y fe, que ha sido uno de los debates más constantes desde la Reforma hasta hoy.
He vuelto a consultar uno de los libros que más impacto me han producido de su extensa bibliografía a lo largo de casi medio siglo. Introducción al Cristianismo se publicó en 1968 y se ha reeditado en castellano en el año 2000. Habla en su primer capítulo de la duda y la fe. Nadie puede sustraerse al dilema del ser humano. Quien quiera escapar de la incertidumbre de la fe, dice, caerá en la incertidumbre de la incredulidad, que jamás podrá afirmar de forma cierta y definitiva que la fe no sea la verdad. Tanto el creyente como el no creyente participan, cada uno a su manera, en la duda y en la fe. Nadie puede sustraerse totalmente a la duda o a la fe. Para uno la fe estará presente a pesar de la duda, para el otro mediante la duda o en forma de duda.
Es ley fundamental del destino humano encontrar lo decisivo de su existencia en la perpetua rivalidad entre la duda y la fe, entre la impugnación y la certidumbre. Quizá justamente por eso, la duda, que impide que ambos se cierren herméticamente en lo suyo, pueda convertirse ella misma en un lugar de comunicación. Lo que escribió hace casi medio siglo es vigente hoy a escala global.
No sé cómo discurrirá la visita a Barcelona. Tampoco encuentro relevante todo lo que acompaña a los preparativos, a la seguridad, a las protestas o a las adhesiones de quienes numerosamente llenarán las calles de Barcelona. Lo que ciertamente me interesa es qué va a decir sobre la razón y la fe, sobre la belleza y la religión al contemplar la maravilla del templo de Gaudí, sobre la visión cristiana en un mundo en el que se ha arrinconado a Dios y que Benedicto XVI reclama que no se le eche de la vida ni de la sociedad.
Me importa lo que va a decir, tanto a los creyentes como a los no creyentes, a los que dudan desde la fe y a los que dudan desde la incredulidad. Ratzinger escribía que el «hombre tiende, por inercia natural, a lo visible, a lo que puede coger con la mano, a lo que puede comprender como propio». La fe es la conversión que hace ver al hombre que persigue una ilusión cuando se queda exclusivamente en lo visible. Voy a seguir con gran interés sus palabras que expresan un pensamiento sólido sobre cuestiones trascendentes que son las raíces de nuestra historia común, tanto si se aceptan como si se rechazan.
«Quien quiera escapar de la incertidumbre de la fe, dice, caerá en la incertidumbre de la incredulidad».
Debo admitir que se me escapa el significado de esta sentencia (para mí fe e incertidumbre son conceptos antagónicos). Pero, puesto que nos dice que va a seguir con gran interés las palabras del Papa, espero también con interés las reflexiones que las mismas le susciten.
Desde luego ya le vale a Zapatero largarse corriendo a la guerra de Afaganistán antes que quedarse a recibir al Papa, ya le vale, ya le vale.
Tiene obra publicada y es un intelectual cristiano, esto del fin de semana es otra cosa, la gente en la calle, una palabras a un público entregado, los que están en contra pitando, los políticos calculando a un mes de las elecciones si les suma o les resta, los diarios dependiendo de sus intereses dándole un valor u otro. Lo que va a decir seguro que ya lo ha dicho en su obra, es como esperar lo que dice un Nobel en el discurso de recepción del premio y no leer sus obras.
No quedara nada, esto es la noticia de la semana, la semana próxima tendremos otra y así vamos acumulando impactos mediáticos. Nos marcan la agenda que da gusto.
Abogo por lo mismo, los curas casados serían un ejemplo viviente del modo de ser padres, esposos y amigos impecables. Lo que desearía Jesucristo, si viviera hoy.
Abogo por lo mismo, los curas casados serían un ejemplo viviente del modo de ser padres, espsos y amigos impecables. Lo que desearía Jesucristo, si viviera hoy.
Apreciado Don Lluis Fox: Excelente artículo, me adhiero totalmente a él. Apunta a lo que llamo el cambio de verbo de la España actual: se prioriza el tener y la imagen, sobre el ser y la verdadera espritualidad, cualquiera que sea su forma. Un Abrazo:Kikaturquesa
Ciertamente, este espléndido artículo toca el quid de la cuestión: la fe y la duda, creer o sólo confiar en la razón; en defintiva, ser o no ser.
Espero con sumo interés escuchar y reflexionar sobre lo que nos diga el Papa este domingo en Barcelona, el primer pontífice que además es teólogo profesional.
Agradecido, le saluda J. M. Caparrós Lera
Sr. Foix. El ser humano necesita tener pautas de conducta. Y la religión nos las da. Desde temprana edad. Y luego perduran toda la vida. Nuestro comportamiento necesita estar basado en algo. Creer en algo. La duda también es necesaria y razonable. Tiene su lógica. Y nos ayuda a tener criterio.
La televisión ha substituido a la religión. Pero da pautas de conducta equivocas y falsas. Seguidas por los niños/as y por la juventud. Enseña a matar, a robar, ect. sexo falso. Provoca deseos de riqueza facil. Y también provoca frustración, ect.ect.
Ejemplo: El detective famoso que mata a 3 ó 4 delincuentes y luego la chica lo invita a su casa a tomar el té. Y a continucación vemos una escena de sexo a tope. Con limpieza del bajo vientre incluida. ¡ Esto es dar falsas y engañosas pautas de conducta a los niños/as y a la juventud. !
Otra cosa son los fanáticos de la religión. Que existen en todas partes y paises.
Y por último opino que la Iglesia debería suprimir el celibato obligatorio. Y facilitar el poder casarse y tener hijos. Evitarian muchos problemas y facilitarian el aumento de los creyentes y seguidores. Y por lo tanto la iglesia viviría más los problemas reales del ser humano en la convivencia de pareja y de la familia e hijos. Esto sería ponerse al día y a la razon y necesidades reales del ser humano. Lo contrario es la desaparición.
Sr.Foix: Ya sabemos que basta que el Papa anuncie su visita a un país para que algunos pierdan los papeles, de la visita del Papa me importa el poso que quedará a su marcha y si vamos a ser capaces de profundizar en sus palabras o quedarnos como siempre en la superficie, nadando y guardando la ropa según costumbre.
Cuando se vaya el Papa las cosas seguirán igual o peor, la fe no arregla los problemas ni la crisis.
La fe si que ayuda a arreglar el mundo, ayuda a levantarse cada día y a creer en el futuro.