El president Maragall nos dice desde Uruguay que hay que medir las palabras. Totalmente de acuerdo. En alguna ocasión «he podido decir alguna palabra que no tenía que decir». Más de acuerdo todavía. Pero las palabras fueron pronunciadas, constan en el diario de sesiones y no cabe aquello de que «verba volant». Son palabras enigmáticas que usted entendió y los demás también.
Veo muy difícil cubrir con una alfombra la insinuación sobre el tres por ciento que supuestamente alimenta la financiación de los partidos políticos.El enigma se despejará el día en que se alcance un consenso sobre la transparencia de los ingresos de los partidos. Nadie les ha acusado. Son ustedes, los partidos, los que se asustan cuando alguien con la autoridad presidencial arroja este pedrusco sobre un pleno parlamentario. El adversario político se da por aludido. Y usted, president Maragall, acepta retirar la acusación para salvar el Estatut. Pero un vecino mío me ha preguntado ingenuamente esta mañana:¿ «qué es eso del tres por ciento»?