Edward Snowden es el paradigma de cómo una sola persona puede amenazar la seguridad de los países más poderosos de la tierra. Es la consecuencia de la fuerza de las redes sociales y de las nuevas tecnologías que no entienden de fronteras, de pactos, de secretos o de límites políticos o morales.
Snowden salió de Hawai y se fue a Hong Kong. Había filtrado miles de documentos de la Agencia Nacional de Seguridad. Lo había pasado al The Guardian y al The Washingtton Post. Concedió entrevistas desde un paradero desconocido en la ex colonia británica.
Se ha sabido que los gobiernos de Estados Unidos y de Gran Bretaña han espiado a millones de ciudadanos para obtener información personal y confidencial. Pensábamos que el Gran Hermano estaba escondido en las paredes del Kremlin. Seguro que nunca ha salido de la siniestra policía de Rusia.
Pero también deambula por los pasillos de las agencias de seguridad occidentales, en el Pentágono y en la Casa Blanca. En tiempos de guerra, todo está permitido o tolerado. Pero no todo. Obama dijo hace unos días que no se puede garantizar la seguridad al 100 por cien y la privacidad al 100 por cien. O sea, podemos estar todos espiados, tanto si somos sospechosos como si no, americanos, rusos, europeos o asiáticos.
La globalización inventada y divulgada por Occidente ha dejado al mundo a la intemperie. Siempre ha habido espías y servicios de inteligencia. Lo que es inaudito es que el radio de acción sea universal. Venga a cuento o no venga a cuento.
La libertad retrocedió a niveles mínimos en las dictaduras del siglo XX. Pero lo más paradójico es que recula a marchas forzadas en el mundo democrático, asustado por sus miedos endémicos a un futuro que se presenta incierto por la crisis, por la falta de convicciones, por los valores aleatorios por los que se mueven todos los sistemas.
Snowden puede moverse de continente a continente, vivir ocultamente, pasar unos días en una embajada para eludir la justicia norteamericana que ha pedido su extradición este dónde esté, volar desde Hong Kong a Moscú, posiblemente luego a La Habana, Caracas y Quito.
El gran invento de Internet está deshilachando el sistema jurídico, económico y social que ha funcionado en los últimos siglos. Si todos podemos tener acceso a toda la información de todo el mundo, viviremos en un ámbito más vulnerable para las libertades de todos.
Pero la paradoja es que Edward Snowden se ha dedicado a poner en conocimiento del mundo entero que Washington espía y que Londres también lo hace tras un acuerdo con Washington. La criatura que hemos creado nos está cambiando las formas de trabajar, de vivir y de descansar. Quien pensaba que Internet podría ser dominado, se equivocó. Lo que transcurre por el subsuelo de la información y el conocimiento no tiene limitaciones políticas, económicas, morales o sociales. Son las máquinas las que llegan a todas partes, las que nos dicen todo sobre los demás y las que saben todo sobre nosotros.
Es un avance sin precedentes. Pero como todos los pasos de gigante que ha dado la Humanidad habrá que construir un ropaje jurídico global para tanta información que ha invadido ya nuestras vidas sin pedir permiso.
Internet es un instrumento de libertad formidable. Pero puede convertirse también en un elemento de control de todas las vidas humanas. Los periodistas que venimos del teletipo y del papel, de la linotipia y el plomo, de la guerra fría entre el Kremlin y la Casa Blanca, no damos crédito a tanta transformación. Bienvenidos los cambios. Pero cuidado con la coacción y a las libertades y cuidado con el populismo que se puede esconder en sociedades con pensamiento único promovido y preservado por las redes sociales controladas por se sabe bien por quién.
Tengo la sensación de que los conflictos del futuro no pasarán tanto por la fuerza de los ejércitos sino por el manejo de las tecnologías. El caso Snowden es la primera guerra fría tecnológica.
Sera que vuelvo relajadito y asi, pero no veo yo que nos tengamos que atabalar en exceso, todo ira tal y como quieran y si ahora la cosa esta mas «populista» y ha dejado a los popes del secreto asi como mas a ras, pues que hi farem. Lo de «guerra fria» pelin fuerte. Y mira por donde Ecuador con sus ponchitos y panchitos esta resultando una garantia ante este establishment de primer mundo gobernado por fisgones y personal con el metabolismo fisico y mental absolutamente gaga.
Penso que és un gran avanç la globalització de la informació i que no li hem de tenir por, sempre que sigui verídica. Seria molt interessant conèixer els criteris d’actuació de les persones amb les que ens relacionem i potser així ens podríem estalviar molts problemes de convivència.
Resumint: sí a la informació, comprovar la seva veracitat i no tenir por a la transparència de les nostres vides. Tant de bo que les nostres relacions fosin sempre marcades amb el signe de la transparència!
No acabo de entender el razonamiento. Mi impresión es que a pesar de sus múltiples deficiencias la red nos permite ser menos manipulados ya que todos podemos convertirnos en manipuladores, no sólo los periódicos, políticos, y demás poderes…Pienso que si nos enteramos de que nos están espiando es también gracias a interned y tienen la batalla perdida los monopolios de la manipulación.
No és cap novetat que totes les coses tenen dues cares i el que és bo per unes, és dolent per unes altres. Potser la diferencia radica en l´us que s’en fa.
Per un moment el poder politic ha cregut que podia dominar el món fent un mal ús de totes les possibilitats que ofereixen les noves tecnologies , en nom de la seguretat i els ha sortit el tret per la culata. El caçador caçat. Aquesta mateixa tecnologia els ha posat al descobert.
M’agrada el comentari de Desiderio de Sota….ja està bé que de tant en tant se’ls pugui arremengar les faldilles i posar al fresc les seves vergonyes….La dita més antiga del món no falla mai : «Quien a hierro mata, a hierro muere».
L’ artilleria pesada, que abans, només estaba en poder d’alguns, ara està a l’abast i al servei de tothom. És bo que estiguem en igualtat de condicions, aixó ens permetrà defenssar-nos per igual i potser farà que els «bruts» netejin les seves cases per por a ser descoberts.
Vaya, según se desprende de lo leído, resulta que a no tardar, quien quiera podrá saber de todos a todas horas: y saber qué estamos haciendo las 24 horas del día. Sabrán a que horas comemos; a qué horas vamos al baño; a qué horas nos divertimos; a qué horas nos acostamos. ¿Y a esto le llaman vivir en libertad? ¿Desde cuando? Mejor sería ¡desinventar Internet!
Las guerras, frías o calentadas, siempre han sido una cuestión de tecnología: de la piedra al hierro, del hierro a la pólvora, de la pólvora al napalm, del napalm a las GBU-43 B desde un avión no tripulado («drone»). Y los espías son tan antigos como los conflictos y los confidentes del poder siempre han servido a sus señores en contra del pueblo llano.
Con la Internet parece que hemos llegado a un cierto equilibrio, mientras lo mantengamos libre. Que el Gran Hermano o Echelon nos vigile no le va a servir de mucho si podemos levantarle la falda de vez en cuando y exhibir sus vegüenzas.
Sr.Foix: el presidente Obama ya fue uno de los primeros en usar las redes sociales masivamente durante su primera campaña electoral, eso, unido a la imponente recaudación de fondos que realizó le dieron la presidencia incontestable… pero si usó las redes sociales para llegar también la habrá usado para mantenerse y controlar todo lo incontrolable socialmente…él sabe por tanto, mejor que nadie, que no existe la privacidad total en la red y así lo manifiesta…lo que queda por saber es si él ha permitido, tolerado o impulsado espiar a millones de personas…de Putin lo teniamos claro…de Obama se nos caerian todos los palos del sombrajo…