La campaña en Cataluña empieza esta noche. No promete mucho. Todos los comentaristas de lujo en la prensa de hoy se avalanzan sobre el DVD distribuido por Artur Mas y David Madí. ¿Cuánto ha costado?
El tripartito lo ha hecho todo mal. Todo. No hay nada que pueda salvarse. Se utilizan imágenes sin permiso, se ataca a los adversarios, se les convierte en enemigos públicos, se da por sentado que habrá cambio de gobierno y que CiU recuperará el poder a partir de Todos los Santos.
Así lo dicen las encuestas. Pero el pescado no está todo vendido. Si hay algo que las urnas rechazan es la prepotencia de los candidatos.
Maragall ha pedido juego limpio en su visita a la tumba de Lluís Companys. Lo dice desde la distancia, ya no se juega nada, pero lo dice con claridad. Estoy de acuerdo con él.
El tripartito no puede lucir muchos galones. No ha podido ni siquiera acabar la legislatura. Pero todo mal, todo, no lo ha hecho.
Un respeto, por favor, que quien decidirá el próximo gobierno seremos la mayoría de catalanes que acudamos a votar. Si Artur Mas es el presidente, será el mío. Y si las combinaciones posibles en el Parlament designan a Montilla, también lo será.
El país no es propiedad de nadie. No sé a qué viene tanto ruido, tanta frustración, tanta estrategia sin escrúpulos.