La siniestralidad registrada en la política catalana en los últimos tres años planeaba en el debate conducido por Josep Cuní en la noche del viernes. Pero se habló poco de ello. Maragall ha arrojado la toalla y está terminando la presidencia desde la distancia y con la dignidad que impone el apellido.
José Montilla recibió el encargo de Zapatero para que desplazara a Maragall y se convirtiera en el primer candidato socialista no nacido en Cataluña para presidir la Generalitat. Montilla fue principal impulsor del tripartito, saltó al gobierno de Madrid, ha colocado a Joan Clos en su puesto y ha vuelto para aspirar a ser un presidente que no cometa los errores del tripartito.
Pasó de puntillas por la gestión del gobierno Maragall y se limitó a sonreir friamente cuando su más directo contrincante le cosía a preguntas un tanto arrogantes que no recibían respuestas.
Carod Rovira fue invitado a abandonar el tripartito de forma prematura y dramática. El verbo de Carod es fluido, romántico y llega al personal. Sospecho que no se preparó mucho el debate porque confía en el dominio del lenguaje.
Carod confía en conseguir otra vez la llave de la gobernabilidad. Eso dependerá de los escaños que consiga pero también de si la llave abre la puerta o la abre únicamente en un sentido o en dos. No es lo mismo que pueda hacer gobierno con Mas y con Montilla que sólo lo pueda hacer con uno de ellos.
Tampoco Josep Piqué dió la impresión de que se lo había preparado demasiado. Sabía que era denostado políticamente por todos los compañeros del plató y que Artur Mas había visitado al notario para manifestar que no pactaría nunca con el Partido Popular. Estas circunstancias le permitían hacer un discurso fresco, poco agarrotado, sabiendo que los suyos le votarían dijera lo que dijera y que podía permitirse dar puñetazos en el vientre de Artur Mas, de Montilla, de Carod y por supuesto de Saura. Todos muy medidos pero contundentes. Los que más dolían eran los que propinaba a Mas recordándole que había sido conseller en cap con Pujol gracias a sus votos.
El único que defendía el tripartito era Joan Saura. Fue la intervención más segura y más partidaria de la reedición de la fórmula tripartita. Saura estaba tranquilo, descorbatado como Bargalló, sabiendo que su posible continuidad en el gobierno sólo pasa por un buen resultado de los socialistas. Ningún ataque, por lo tanto, al tripartito o a lo que quedó de él en los últimos meses. No se salió del guión de sus frases hechas y de la retórica propia de su formación.
Artur Mas ganó las elecciones pero se ha pasado tres años en el banquillo. El miedo escénico a que se repita la fórmula planeaba en todas sus intervenciones. Dijo lo que consideró oportuno para desacreditar los tres últimos años de gobierno pero golpeaba en piedra picada. Consiguió que todos, también Josep Piqué, hicieran un cierto frente común contra el que la mayoría de las encuestas le vuelven a situar como vencedor.
Acudió a la cita de Josep Cuní como triunfador potencial pero en el largo debate fue dándose cuenta de que la victoria podría ser pírrica de nuevo si no consigue unos resultados que le permitan gobernar en solitario o que hagan inviable otra fórmula si la distancia que le separe de Montilla es de más de diez o doce escaños.
Podría darse el caso de que Mas ganara por goleada sin adversario y sin contrincantes. Ya se sabe que todo cambia en la noche electoral al conocerse los resultados. Será la hora de la política en mayúsculas porque lo que está en juego es el poder al que nadie quiere renunciar.
Me sorprendió que Mas no pensara en el día de los difuntos, cuando nadie sumará por sí mismo y harán falta complicidades de todo tipo para formar gobierno. Nadie es más que nadie, reza un viejo proverbio castellano.
JORDI PUJOL…y Artur Mas
Por Rafael del Barco Carreras
He oído que enfadado con Artur Mas y Antoni Durán Lleida les amenaza con volver a tomar las riendas. Podría presentarse a las elecciones con …JAVIER DE LA ROSA, de Conseller de Desarrollo, Juan Piqué Vidal en Justicia, de Presidente del futuro Poder Judicial en Cataluña a Luis Pascual Estevill, y para consellé de la especial sección "Coordinaciones delincuenciales" a Antonio, el hermano mayor de Javier, al que también pagó la Generalitat sin trabajo conocido…y unos cuantos que personalmente me afectaron menos, como Masiá Alavedra, Prenafeta, Farreras, Alegre, Cullell, Romá, Subirá, Oller, Hortalá…etc…etc… y tantos amigos de Javier y Piqué Vidal que formaron el "Club de los Mentirosos" según el piadoso título de la biografía de Pascual Estevill, escrita por el periodista de El Mundo Félix Martínez…
ver http://www.lagrancorrupcion.com