Ni ETA es IRA ni el Ulster es el País Vasco. Ni España es Gran Bretaña. Suponiendo que ninguna nueva crisis altera el calendario, dentro de tres meses el gobierno de Irlanda del Norte puede estar formado por miembros del partido del intransigente Ian Paisley y del Sinn Fein, el brazo político del IRA, organización terrorista que ha asesinado a más de 3.600 personas en los casi últimos cuarenta años.
Sin ánimo de establecer paralelismos, porque no existen, lo que puede ocurrir en Belfast es como si Jaime Mayor Oreja y Arnaldo Otegi pudieran sentarse en una misma mesa de un consejo de ministros. No lo atisbo en mis días.
Las cadencias políticas son lentas en Inglaterra. Preguntado el poeta alemán, Heinrich Heine, sobre qué país le gustaría vivir, contestó que en Inglaterra donde las cosas suelen ocurrir cien años después. Se refería, irónicamente, a su propia muerte.
El conflicto entre Inglaterra e Irlanda se remonta a muchos siglos. Cuestiones políticas, económicas y religiosas hicieron incompatible que los irlandeses aceptaran compartir la soberanía con Londres.
Las llamadas plantaciones del Ulster, un proceso de colonización de protestantes ingleses y escoceses que empezó hace cuatro siglos, en tiempos del rey Jaime I, serían el comienzo del conflicto que tuvo un desenlace provisional en los años veinte con la independencia de Irlanda.
La cuestión del Ulster fue la pesadilla de la Inglaterra victoriana que se encalló en Irlanda mientras el imperio británico se extendía por medio mundo. La batalla entre los conservadores de Disraeli y los liberales de Gladstone se libraba constantemente en Dublín y Belfast con efectos muy inquietantes para los gobiernos de Londres.
La independencia de Irlanda dejaba una minoría de católicos en la provincia británica del Ulster que eran tratados como ciudadanos de segunda. Hace cuarenta años nació un IRA nuevo que se identificaba ideológicamente con el que contribuyó a la independencia de Irlanda y se dotó de un brazo político, el Sinn Fein, que también había sido determinante a finales del siglo antepasado para enfrentarse a los gobiernos de Londres. El IRA se dedicó a la violencia y a los asesinatos indiscriminados provocando la intervención militar del ejército británico que ocupó la provincia durante más de treinta años.
El terrorismo seguía operando con saña. Todos los gobiernos, desde Harold Macmillan hasta Tony Blair, buscaban salidas políticas sin ceder a la violencia del IRA. Hasta el Viernes Santo de 1998 no se llegó a un acuerdo que puede considerarse como uno de los activos más sólidos del ahora debilitado primer ministro Blair.
La intransigencia de las dos partes, del partido de Ian Paisley y del Sinn Fein, hicieron descarrilar aquel acuerdo hasta el punto que la autonomía quedaba suspendida en 2002. Este fin de semana, cinco años después, parece que el proceso vuelve a seguir su curso y es muy probable que el 7 de marzo se celebren elecciones y se pueda formar un gobierno en el que protestantes y católicos se sienten en un mismo ejecutivo.
Todas las partes han tenido que tragarse muchos sapos. El gobierno Blair reconoció hace una semana que su país había practicado terrorismo de Estado al colaborar con la policía paramilitar en el asesinato de dirigentes católicos. Pidió perdón y afirmó que no volvería a ocurrir a partir de ahora.
Los republicanos, por su parte, aceptaron este fin de semana colaborar con la policía de mayoría protestante en el Ulster levantando uno de los escollos más insuperables. No hay que ser muy lúcido para deducir que el conflicto del IRA no tiene nada que ver con el que aquí tenemos con ETA. Una diferencia sustancial es que el caso del Ulster no ha sido partidista en los últimos cuarenta años. Ha sido una cuestión de Estado. A pesar de las equivocaciones y abusos de los todos los gobiernos que pretendían acabar con el conflicto.
Hola,
Sr.Foix, aplaudo su resumen de la historia de Irlanda exprés. Aún con lógicas omisiones por espacio, recoge la esencia.
En Irlanda del Norte se ha sufrido tanto que la gente corriente quiere pasar página y urge a sus líderes a entenderse. Sin embargo, hay un porcentaje grande que se ancla en el pasado, echando la culpa de su situación económica a la parte opuesta, de ahí que los 2 partidos mayoritarios sean los dos extremos (Sinn Feín y DUP)
Aquí se pueden buscar los paralelismos que uno quiera, pero en mi opinión, lo que diferencia a las dos situaciones es el estado "contenedor", en el Reino Unido no se percibe Irlanda del Norte como una parte del mismo, y no hay ese sentimiento que capitalizar políticamente, es decir, aunque los conservadores quisieran, no obtendrían votos por tirar la cuestión de estado por una de las ventanas de las houses.
Simplificar siempre es complicado y reducir el problema del País Vasco a una similitud con el Ulster lo es más todavía, las diferencias apuntadas por Foix y por Bartolomé existen sin duda y son palpables cada día, el odio acumulado de la juventud sólo se explica por el odio intenso de los mayores que les inculcan ese odio. La falta de reconocimiento de identidad que existen en algunas autonomías de España y el temor a la perdida de la misma están en la base del problema, pero tal y como apunta Francesc el gran capital tiene mucho que ver en todo este problema, en el origen y en la solución, no todo es un problema político.
J.Vilá.
(Mientras yo escribía Bartolomc se adelanto)
Sr. Foix.
Quiero dejar claro que no compito con su conocimiento, pero no logro entender que no existen paralelismos entre el terrorismo del IRA y de ETA. Es cierto que en el Ulster coexisten católicos y protestantes y el elemento religioso, lamentablemente, es un factor importante, pero de forma más sutil en el País Vasco, el PP no consigue llenar sus listas electorales por miedo. Hay pues coexistencia y no precisamente pacífica.
Según parece el IRA actuaba de común acuerdo con el Sinn Fein y que en el momento de la independencia de Irlanda, Gran Bretaña quiso proteger a los protestantes del Ulster.
El Gobierno español no tuvo necesidad de enviar al ejército, ya estaba la militarizada Guardia civil.
Desde la transición, cuyo resulta ha sido una frágil democracia enquistada en los núcleos de poder del anterior régimen, todos los gobiernos intentaron resolver el conflicto. Nadie lo consiguió, incluyendo la guerra sucia, también practicada por Gran Bretaña.
Si entiendo bien su artículo, la falta de lucidez a la que Vd. se refiere, es la falta de Estado del PP, en beneficio propio. Es cierto que el PSOE, no debería haber iniciado un dialogo con ETA sin el consentimiento del PP. Lamentable pero cierto.
Finaliza Vd comentando que todos los gobiernos británicos entendieron que el conflicto del IRA era una cuestión de Estado. Cierto.
Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, los estados, si pueden, actúan de forma parecida. Así los Decretos de Nueva Planta, en los lugares donde entraron en vigor, convirtieron a sus habitantes en ciudadanos de segunda, al serles prohibida su lengua. Lo que allí fueron plantaciones de colonos, aquí fueron derogación de leyes y ocupación de cargos públicos de funcionarios de la monarquía borbónica. Posteriormente, gracias al empuje industrial de Catalunya, la immigración (sin saberlo ni beberlo) se convirtió en un elemento españolizador, si bien nuestra cultura era tan fuerte que hubo una gran integración.
La cuestión es que España es una “ideología” y además débil (vea sino las posturas de los dos partidos mayoritarios de España) que no consignó nunca dominar a las naciones de la península que conquistó, exceptuando Portugal. Es, repito, una “ideología” y un Estado débil que si cede ante el País Vasco, deberá ceder ante els Països Catalans con más solidez histórica, como Estado Confederado. Ese y no otro es el miedo de los ideólogos de España, hasta el momento, que teóricamente ya llegó, que el gran capital comprenda que es necesario dejar de mantener caducas ideologías que ningún beneficio le proporcionan.
Sr.Foix: Hay un punto de partida diferencial entre IRA y ETA, en Irlanda, católicos y protestantes se mataban mutuamente y en proporciones similares. Otra diferencia es que ETA nació en plena dictadura con el apoyo explicito de fuerzas que después pasaron a formar parte del sistema democrático en la transición. Donde veo más similitudes es en las dos treguas de IRA y ETA, las dos formaciones han realizado treguas con gobiernos conservadores y de izquierdas, con Aznar y Major, y con Zapatero y Blair.Las primeras resueltas con sendos atentados y ruptura de negociaciones y las segundas con dos atentados el de Omagh y el de Barajas en los que los dirigentes, Blair y Zapatero, han querido seguir manteniendo la posibilidad de diálogo. La solución es difícil Sr.Foix, es suficiente con ver como se profana la tumba de Gregorio Ordóñez por unos crios que son incapaces de saber y decir de donde les viene tanto odio acumulado con apenas quince años de edad.
Si, es otro tema , los paralelismos son dificiles , el caracter de los estados tambien , aqui la cosa va para largo .