Una de las incógnitas que se ciernen sobre Europa a raíz de la crisis de Ucrania es saber hasta dónde está dispuesto a intervenir Putin en el establecimiento de nuevas fronteras con la idea de fondo de proteger a los ciudadanos que se sientan rusos después de la descomposición de la Unión Soviética en 1991.
La anexión sin complejos de la península de Crimea, con soldados rusos camuflados y con un referéndum convocado con diez días de antelación, indica que Vladímir Putin pretende superar la humillación sufrida por Rusia al explosionar un imperio sin la intervención de ninguna potencia extranjera.
La Unión Soviética cayó sola, extenuada, víctima de una ortodoxia suprema y de un sufrimiento que privaba de libertades elementales a todos los pueblos y naciones que se cobijaban bajo aquel imperio que Lenin había calificado antes de la revolución como la cárcel de los pueblos.
Rusia abrió el siglo XX con la revolución de 1905 y lo clausuró con el desmoronamiento de un Estado y un régimen que habían influido decisivamente en la historia del siglo pasado. Se fueron catorce repúblicas y Rusia dejó de ser la otra gran potencia mundial para quedarse en los niveles que tenía antes del renovador reinado de Pedro el Grande (1672-1725).
Aunque el Kremlin nos parezca lejano y hermético, detrás de aquellos muros y templos hay un volcán siempre activo, continuamente arrojando lava, dando señales de que no se desentiende de las luchas ideológicas y territoriales en el mundo. Su comportamiento a lo largo de la historia nos indica que intentará recuperar total o parcialmente Ucrania, la cuna de Rusia.
Europa y Estados Unidos han desplazado efectivos de la OTAN hacia el este. Rusia hace muchos meses que tiene decenas de miles de soldados en la frontera con Ucrania. Se podría pensar que la recuperación de la parte rusa de Ucrania responde a los criterios de Alemania al anexionarse Austria o la tierra de los Sudetes.
Parece más bien que se trata de una cuestión territorial, de seguridad interna, del miedo atávico de ser invadida desde Occidente. No hay que olvidar que Napoleón entró en 1812, los británicos y franceses en 1854 en Crimea, los alemanes en 1917 y otra vez en 1941. Los rusos ocuparon París en 1814 y Berlín en 1945, después de haber sido atacados desde Europa.
Putin no parece dispuesto a dejar pasar la oportunidad para restablecer una parte que los rusos consideran esencial para su patrimonio histórico, cultural y geográfico. No son los tiempos en que en Yalta se repartían los despojos de una Europa destrozada. Alterar fronteras en tiempos de paz, estimulando a patrullas prorrusas para que ocupen instituciones ucranianas, puede tener gran acogida nacionalista en Rusia. Pero es un peligro para la paz en Europa y en el mundo.
Publicado en La Vanguardia el 17 de abril de 2014
Resulta difícil aconsellar els qui manen, perquè tenen por d’acceptar que la raó els governi, no fos cas que aquesta mateixa raó els retallés la gràcia de l’autoritat absoluta pel fet de sotmetre’ls a la servitud del deure.
—Plutarc, historiador grec (~46-135)
La Unión Soviética no cayó por si sola. La guerra fría era una guerra, y la perdió, en parte por las causas que usted indica; pero no sin la contribución de los EEUU y de Europa. En Afganistán, como antes en Vietnam los EEUU, la URSS sufrió una derrota de consecuencias enormes, pero a ello contribuyó la ayuda occidental, quizás no decisiva pero importante. Por otra parte, la política de Gorbachev ayudó a configurar la nueva Europa con ningun ayuda seria para crear una nueva Rusia más estable que la actual. ¿Cómo interpretar la política de los EEUU y de la UE después de la caida del muro de Berlín? Es una política expansionista, se enmascara con supuestas decisiones democráticas pero en realidad es un dominio económico completo de toda la Europa del este por las decisiones de Bruselas y de facto por Alemania. No nos engañemos, el mundo no está en paz y la guerra económica actual tendrá ganadores y perdedores; no existe un gobierno mundial que vele por el bienestar de los seres humanos. Nos rasgamos las vestiduras ahora, pero que hemos hecho respecto a la guerra de Irak, y que hacemos ante la pobreza que la UE está extendiendo en Europa. Con que fuerza moral podemos hablar. Sin ir más lejos, la segregación racial en los EEUU se mantuvo hasta los inicios de los 70 del siglo pasado… Sé que usted defiende lo que todos desearíamos: la paz, la justicia, la honradez y la democracia, pero dudo que eso sea lo que hagan los gobiernos de este mundo, ojala llegue el día en que eso sea y pronto.
Sr. Foix: Supongo que lo que mueve a la Rusia de Putin son los intereses geoestratégicos aereos, marítimos, los Comerciales basados en el petroleo y el gas naturaly los terrestres en los petroleoductos y los gaseoductos.
En resumen y en mi opinión, Ucraïna y Crimea son una necesidad bàsica e imprescindible para Rusia. Y para ello negociarà con Estados Unidos y Europa si es preciso y para llegar a un acuerdo que beneficie a todos.
Cambiando de tema y refiriendose a la España de Rajoy y a la Cataluña de Mas.
¿ Como y de que manera pretenden governar o mantenerse en el gobierno y en el poder,
si no dialogan ni tampoco negocian un acuerdo que nos beneficie a todos ?
La solución es bién sencilla: Adaptar la Constitución Española para una fiscalidad más equilibrada, justa y equitativa. Y el respeto a la dignidad de las personas, sus costumbres y su idiosincracia y a las lenguas propias. Y por ejemplo: Dejarse de Leyes Wert, ect. que solo crean problemas artificiales en la enseñanza y convivència.
Sr.Foix: no hay ningun imperio que haya renunciado por las buenas a sus territorios…
Lamentablemente….
Pues ya es hora de que se imponga la razón y no la fuerza!!!
Ojalá, Jordi,lo consiguiéramos…pero la realidad nos demuestra lo contrario.Si desde que el mundo es mundo nos hemos peleado, poca esperanza tengo que las cosas vayan a cambiar. La estúpidez humana es más infinita que un ocho tumbado… Bona Pasqua !
Por desgracia la democracia para muchos consiste en usarla para llegar al poder y una vez en el poder, cambiar las reglas a su conveniencia…y así nos luce el pelo…Bona Pasqua…
¡qué observación más acertada!
Com vaig dir en una altra ocasió, i repeteixo avui, penso que la única solució al problema dels litigis entre persones i territoris és la via del diàleg i mai la força de les armes.
Cada poble ha de elegir per sí mateix el seu futur, per tant diàleg, referèndums, consultes; i un organisme internacional que vetlli per la rectitud del procés consultiu.
Únicament d’aquesta forma democràtica podrem reconduir els desgavells produïts al llarg de la història per la força bruta i tindrem una geografia mes d’acord amb la voluntat de les persones i no com a conseqüència de la força.