Europa tiene que volver a administrar la complejidad desde ópticas inesperadas. Se temía que la participación se derrumbaría todavía más como consecuencia de una crisis que mantiene en el paro a 26 millones de europeos. No ha habido un descalabro en la participación, que se ha situado por encima del 43%, unas décimas más que en el 2009.
Es inútil hacer un balance global sobre lo que ocurrió el domingo en Europa. Sería como pretender que la Unión Europea es una máquina de homogeneizar lo que históricamente es tan diverso como plural. Me ha venido a la mente el célebre comienzo de Ana Karenina de Lev Tolstói: «Todas las familias felices se parecen unas a otras; pero cada familia infeliz tiene un motivo especial para sentirse desgraciada». Una mirada introspectiva a cada uno de los 28 países de la Unión invita a pensar que a todos les ha ocurrido el peor de los infortunios.
En cierto sentido las elecciones al Parlamento Europeo son un banco de pruebas para conocer los diagnósticos nacionales, con todas sus particularidades incomprensibles desde miradas lejanas. Son también una ocasión para debatir los fenómenos políticos nuevos que surgen desde Dinamarca hasta Grecia pasando por Polonia. Se ha avanzado mucho en la mirada global a Europa y cuando se conoce que sólo un 13% de eslovacos acudieron a las urnas, es algo que nos afecta a todos. Se produce la paradoja de que se debate sobre los problemas locales sin perder la referencia europea.
Los franceses tienen dificultades en digerir que un partido xenófobo y antisemita haya ido por delante en las elecciones. Un país en la centralidad de la construcción europea desde la primera hora se encuentra con que uno de cada cuatro franceses que han votado lo ha hecho por una opción explícitamente antieuropea, aparte de ser xenófoba y antisemita. Falta saber cuántos de esos votos eran dardos contra el presidente de la República, François Hollande, cuyos índices de popularidad son los más bajos que se recuerdan de un presidente de la República. La señora Marine Le Pen no se conforma con haber obtenido un resultado histórico. Ha pedido ya que el presidente disuelva la Asamblea y que dimita el primer ministro Manuel Valls.
En varios países de la Unión los resultados del domingo han convulsionado la dinámica interna. Han empezado a rodar cabezas políticas, como la de Pérez Rubalcaba en el campo de los socialistas. En Catalunya, los resultados se han interpretado en clave soberanista sin casi poner énfasis en el hecho de que el partido del Govern perdiera la hegemonía del catalanismo político de que había disfrutado desde el comienzo de los años ochenta. El nacionalismo conservador liderado por Artur Mas ha sido adelantado por la izquierda de Oriol Junqueras, que se ha convertido en el político con más influencia del momento y que dirigirá el proceso con mando a distancia o subiéndose al escenario.
Los resultados en el Reino Unido han humillado al primer ministro David Cameron, que ha conseguido un discreto tercer lugar, después del UKIP de Nigel Farage y de los laboristas. Hacía cien años que un tercer partido no ganaba unas elecciones en Gran Bretaña, donde el bipartidismo entre conservadores y liberales primero y entre laboristas y conservadores después ha guiado la política británica.
El UKIP es antieuropeo, xenófobo y pretende huir de Europa, incluso antes de que Cameron convoque el referéndum del 2017 en caso de que gane las próximas elecciones. No sé si llegará a tiempo. Los liberaldemócratas han sido barridos hasta la quinta posición y el liberaldemócrata Nick Clegg puede ser otra de las cabezas que rueden en los próximos meses como consecuencia de las urnas europeas.
Los resultados han fortalecido a la canciller Angela Merkel en Alemania. Sus votantes han ratificado la política europea y han confirmado su satisfacción con la gran coalición que gobierna desde las elecciones generales de septiembre pasado. Es cierto que ha salido elegido un diputado pro nazi y que Alternativa para Alemania, un partido que es contrario al euro y antieuropeísta por lo que supone de carga para la sociedad alemana, ha conseguido, por fin, tener diputados en alguna parte.
Alemania puede equivocarse en su política económica y en cómo administra su fuerza en la actual Europa. Pero no hay evidencias de que Merkel haya cambiado la hoja de ruta alemana en el sentido de romper aquella proclamación de Thomas Mann cuando dijo que prefiría una Alemania europeizada que una Europa germanizada. Nos guste o no nos guste, Alemania es garantía de una cierta estabilidad si vemos una Grecia radicalizada hacia la izquierda y un 25% de extrema derecha en Francia, un 23% en Dinamarca, un 22% en el Reino Unido, un 20% en Austria, un 15% en Hungría y un 13% en Finlandia. No se puede desestimar la victoria del joven Renzi en Italia, que ha diluido el fantasma de Beppe Grillo que amenazaba con convertir la política italiana en una payasada permanente.
Será un Parlamento Europeo con mucho griterío y discusiones inacabables. Pero confío en que, otra vez, la democracia cristiana y la socialdemocracia sabrán administrar la revolucionaria complejidad social y política del momento.
Publicado en La Vanguardia el 28 de mayo de 2014
Aprofito la ocasió per felicitar-te pel Premi Quim Regàs de Periodisme
Enhorabona!
Sr. Foix: También no debemos pasar por alto que, poco a poco y durante estos años, han ido desapareciendo todos aquellos grandes personajes que crearon e hicieron posible la Union Europea, comercial y monetària.
Tampoco olvidemos que ello fué posible y obligado, debido a haberse producido la 2ª guerra mundial y sus más de 50 millones ó más de muertos. Con sus consiguientes bombardeos y sus grandes e inhumanas criminalidades. Que no se producieron solamente en los campos de exterminio, si no también en muchisimas naciones del mundo.
Este hecho tiene mucha relación con la creación del Mercado Comun Europeo. Que es de lo que se trata.
Pero luego pasarón, con los años, a governar las siguientes generaciones y aun ibamos haciendo, pero empezaron ya a tolerar y bendecir el tocomocho del tocho y el ganar el dinero fàcil.
Y en resumen otras nuevas generaciones, por falta de experiència vívida en sus carnes, consiguieron por su codicia, provocar el rebenton de la burbuja Inmobiliaria en todo el mundo.
Y ahora tenemos servidas las desigualdades y los desequilibrios económicos que provocan que unos vayan de Bar y de Cenas y hablen de que » Hay que hacer, hay que hacer…mientras millones de personas viven el calvario del desemparo del paro, del sin ingresos y del sin vivienda.
Pero tranquilos, pues el país va bién y la gobernanza desde la economia inproductiva también. Pues si necesita dinero, lo dispone directamente y solo del ciudadano de la economía productiva y cotizante. Asi funcionan todos los estados del mundo. No solo el español.
No val a queixar-se de cap vot dels ciutadans europeus! El que sí cal és analitzar l’estúpida política dels que s’han considerat afincats… Respectem el vot de tothom… i maleïm a aquells que l’han provocat!
Escribe Sr. Foix de un diputado Nazi y partidos antisemitas. Después de todo vamos a consentir eso en democracia. Cómo podemos hablar así y que no nos tiemblen las piernas.
Sr.Foix: visto lo visto en estas elecciones europeas, sacar conclusiones o extrapolar los resultados resulta bastante complicado, por no decir inútil…hemos visto el resurgir de partidos populistas y extremistas…la pérdida de votos de partidos tradicionales que ya no conectan con su electorado…la aparición de partidos, que yo defino como de la linea blanca de partidos que sabían que perderían votos y se han adelantado a los acontecimientos potenciando mediaticamente personajes…personajes que después han creado de la noche a la mañana partidos, que han congregado el voto de los descontentos de esos mismos partidos, con lo cual todos contentos…
Alemania no se puede enfadar y con ese miedo interiorizado es difícil crear algo.
«… la aparición de partidos, que yo defino como de la linea blanca de partidos que sabían que perderían votos y se han adelantado a los acontecimientos potenciando mediàticamente personajes…»
Això està molt bé… i de segur que en alguns casos és la pura veritat.