Son tiempos frágiles en el mundo occidental. Hay falta de confianza y, por lo tanto, la incertidumbre señorea sobre gobiernos, instituciones financieras, empresas, minorías sociales y personas. No son los momentos más propicios para campañas electorales, encuestas, promesas y vaticinios sobre lo que puede ocurrir en este año.
Las crisis en los sistemas capitalistas y de mercado son cíclicas, más fuertes o más suaves, pero siempre vienen a corregir algún exceso o disfuncionamiento nacional o global. Pienso que la gran crisis de los años treinta, con el desplome de las bolsas en 1929, fue el primer tropiezo del capitalismo industrial. Aquella hecatombe financiera provocó que en tres años cambiaran de signo todos los gobiernos democráticos, en España llegó la República, se abrieran paso los regímenes totalitarios como el nazi y en la Unión Soviética se recrudecieran las purgas y el envío masivo de sospechosos a los gulags.
La crisis que sacude a Occidente no es del mercado ni del capitalismo industrial. Es la crisis del capitalismo especulativo, la consecuencia de acumular grandes fortunas jugando con los intereses de los ciudadanos, multiplicar los patrimonios con la compra y venta de empresas con valores super hinchados, con operaciones virtuales que no guardaban relación con la realidad.
El mercado no está en crisis porque se limita a ponderar la realidad de una situación en sus términos justos. La crisis la provocan quienes juegan frívolamente con los beneficios desproporcionados que no tienen una base sólida.
La incertidumbre es consecuencia de una falta de confianza que tiene mucho que ver con la inseguridad. Las propuestas del presidente Bush para reanimar la economía norteamericana no han mereecido la credibilidad de los mercados y el desplome en Asia ha continuado en Europa y posiblemente se rematará en Estados Undidos cuando mañana se abra la bolsa en Nueva York porque hoy era festivo.
La crisis no es exclusivamente española sino global. La inseguridad hay que buscarla en el futuro de Estados Unidos y Europa para salir indemnes de la presencia militar en Oriente Medio de donde llega buena parte de la energía que consumimos. La inestabilidad económica afectará a las campañas electorales en España y Estados Unidos. No es prudente hacer predicciones y que nadie se sorprenda si los resultados son inesperados.
Yo bastante tengo con llegar a final de mes como para sentirme culpable de nada, la verdad no me siento culpable de la muerte de nadie, no tengo capacidad para impedir ni que me embarguen el piso si no pago el alquiler, de modo que aunque es muy bonito y romantico sentirse responsable de las desgracias ajenas, yo no me siento responsable de nada de eso.
E.Dalmau.
Lo siento,pero mientras haya una persona en este mundo que muera de hambre,en pequeña o gran medida todos somos especuladores.
No creo que la fluctuación e inestabilidad de la Bolsa sea debido nada más que al oleaje y los ciclos de las mareas históricas.Soy bastante escéptica con todo este movimiento de dinero.Me recuerda a un gran casino en el que los más pudientes tienen las mejores cartas y donde la Banca siempre gana.Hay giños interesados,ases por debajo de la mesa,compromisos,amistades,etc.
Hablando de la confianza me viene a la cabeza algo muy cotidiano:si en alguna ocasión salimos de casa,aunque sea para pasear al perro, y cuando ya vamos caminando,somos concientes de que no llevamos dinero por olvido de la cartera o del billetito de turno,tenemos una sensación extraña.Nos han enseñado que el dinero da confianza ,que no es igual a seguridad.
¿Dónde quedaron los ideales que no se dejan comprar?
Sr Foix:Y los mileuristas seguirán haciendo equilibrios y los ricos seguirán siendo ricos a pesar de las recurrentes crisis financieras pues todo lo que ha bajado volverá a subir pues los grupos de especuladadores ya han corrido a comprar a precio de saldo.Qué lástima que , en bolsa, no coticen los valores humanos.Estos sí que son estables.Un saludo
Bartolomé, la bolsa ya ha subido hoy, los especuladores se han forrado en un día y los miedosos han perdido las ganancias de años.
Un saludo.J.Vilá.
Ahora somos conscientes que todo lo que sube baja, que la especulación tiene su fin y que el dinero tiene más miedo cuanto más dinero tiene.
En los últimos veinte años hemos oído decir en múltiples ocasiones que las cosas son muy distintas de como eran en el año 29, que la ciencia económica ha avanzado mucho desde entonces y que hay mecanismos correctores que harían imposible un hundimiento como el vivido aquella vez. Tengo algunos libros de Galbraith y en todos, dicho de una u otra manera, repite lo mismo: no hay nada nuevo en las recurrentes crisis financieras, sólo la cortedad de la memoria; el tiempo que separa una crisis de la siguiente es justo el imprescindible para su olvido, que suele venir en forma de relevo generacional: los nuevos siempre se creen más listos. Y lo remata con esta frase lapidaria: "El genio financiero precede a la caída"
Sr.Foix: El Capitalismo especulativo volverá a hacerse notar mañana mismo, cuando los grandes grupos de especuladores compren en bolsa y a precio de saldo, las acciones que hoy se han vendido por miedo o por ignorancia apresuradamente.