No se puede subestimar el derecho ni el respeto a las instituciones. Una de las debilidades del pensamiento marxista fue la subordinación del derecho a la ideología del régimen que consideraba a menudo las leyes como una sobrestructura o un formalismo conservador por naturaleza.
El presidente Bush se pasea por Europa despidiéndose formalmente de los aliados y defendiendo la fracasada política exterior del mandato que terminará en noviembre, que no ha sido precisamente un periodo de observancia del derecho y las instituciones internacionales.
Bush abandona la presidencia dejando dos guerras abiertas, Iraq y Afganistán, con un déficit comercial desproporcionado y sin haber podido fijar las reglas para que la globalización no se convierta en una jungla del capitalismo salvaje.
En la comparecencia conjunta entre Ángela Merkel y George Bush en Berlín se observaba un presidente americano obsesionado en cómo resolver sus guerras y una canciller alemana que se ha convertido en la gran dirigente europea en estos tiempos convulsos, que está dispuesta a echarle una mano a Estados Unidos pero que, a su vez, reclama que la Europa del euro, la Europa continental, tenga una voz más potente y decisiva en la regulación de los mercados financieros que han fracasado bajo las pautas del modelo anglosajón.
Merkel no quiere que el proteccionismo regrese a esta Europa abierta que se mueve en un mundo más abierto todavía y que goza de un efecto llamada con el euro y también con la calidad de los productos industriales.
No sé si se Merkel se refería al presidente Zapatero cuando reafirmó y dió todo el apoyo a la independencia del Banco Central Europeo. Si decidimos que el Banco Central Europeo sea objeto de las contingencias políticas de uno o varios países miembros, vamos a perjudicar seriamente la confianza en el euro.
Para Merkel la apreciación del euro respecto al dólar tiene inconvenientes, pero también ha hecho que el petróleo sea más asequible en la zona euro que en los países con moneda propia bajo la influencia del dólar.
Interesante declaración de principios de la canciller Merkel que se contraponen con la referencia explícita que el presidente Zapatero hizo al preidente del BCE, Jean-Claude Trichet, advirtiéndole, casi en tono de bronca, que se andara con cuidado con los tipos de interés. Qué poca prudencia del presidente español.
Merkel, como su antecesor, el socialdemócrata Helmut Schmidt, prioriza Europa sin desmarcarse de Estados Unidos. Pero pide mayor influencia de la UE en las reglas de los mercados financieros, simplemente porque el euro es una divisa de referencia y compite abiertamente con el dólar. Merkel, desde el centro derecha, defiende con acierto el modelo social de mercado.
Sin estridencias y sin frivolidades, respetando las instituciones.
Brian, creo que a los partidos no les interesa que haya gente que piense mucho en sus filas, son menos manejables, menos sumisos.
Un saludo,J.Vilá.
Manca finezza (entre otras muchas cosas).
A veces me pregunto por la razón de la falta crónica de nivel (nivel en general: cultural, profesional, lingüístico, etc) entre los políticos españoles. Y, dado que no me gustan las explicaciones reduccionistas (que suelen girar en torno al menosprecio por la llamada "clase política") creo que tiene que haber causas de fondo, que afectan al conjunto de la sociedad, por las que las mejores cabezas no se sienten atraídas por la cosa pública.
Sr.Foix: Ángela Merkel está dando una lección de buen hacer, Ángela Merkel no necesita nombrar ministras de igualdad, ella es la norma de la igualdad.
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Zapatero está desaparecido en combate, desde que la crisis se ha quitado la careta Zapatero está missing y no da una a derechas o a izquierdas.