Muchos economistas se han convertido en profetas de infortunios. Todavía esperamos una explicación racional de la crisis que nos asusta a todos. Nadie la predijo y tampoco se nos dice cuándo va a terminar. Las predicciones, eso sí, abundan en los medios a medida que muchos economistas han adquirido la condición de tertulianos sumándose a…