Se pueden reducir los impactos de los conflictos pero de ninguna manera suprimirlos porque forman parte esencial de la sociedad abierta. Así lo afirmaba Karl Popper, el filósofo liberal de la escuela de Viena, que acabó sus días en Kenley, un barrio del sur de Londres, viudo, solo, rodeado de libros, huyendo de la superficialidad…