Lo más interesante de la política en tiempos convulsos es lo que se esconde detrás de los gestos aparatosos que cautivan la atención de las multitudes. La frenética actividad de Pablo Iglesias visitando a Oriol Junqueras en la cárcel de Lledoners, su conversación de 45 minutos con Carles Puigdemont y sus contactos con Iñigo Urkullu…