La imagen de Mariano Rajoy abandonando la Convención de Valladolid con el diario Marca enrollado en su mano es el relato gráfico más elocuente de ciertas prioridades. Acababa de echarle en cara a Rubalcaba de llevar a España a la ruina, pidió al líder socialista que se callara, invocaba por enésima vez la indisoluble unidad…